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Antirrábicas por la vida (Fotorreportaje)

La rabia o hidrofobia es una enfermedad viral que padecen principalmente algunos mamíferos (carnívoros y murciélagos). También puede contagiar a seres humanos por lo cual es considerada una zoonosis. El virus se transmite a través de mordeduras y rasguños, o por contacto de las mucosas, o lesiones recientes, con la saliva de un animal enfermo.

 

Las campañas de vacunación antirrábica son parte de las acciones que coordinan los grupos de activistas por el bienestar animal. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

Los antecedentes de la lucha contra la rabia en Cuba se remontan al 1.º de abril de 1935 cuando se funda la Comisión de Profilaxis de la Enfermedad. El 27 de mayo de ese año tuvo lugar la Primera Campaña Nacional de Vacunación y Saneamiento Canino, pero no fue hasta 1962 que entró en vigor un Programa Nacional de Control de Rabia, el cual ha sido revisado y actualizado sistemáticamente desde entonces.

 

La jornada tuvo lugar el jueves 25 de febrero en la barriada de Santos Suárez y se organizó teniendo en cuenta las medidas de protección y distanciamiento social recomendadas para prevenir el contagio con la COVID-19. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

Recientemente un grupo de activistas (Pasos, Protección Animal SOS), en colaboración con especialistas de la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología del municipio capitalino de Diez de Octubre, realizaron una campaña de vacunación antirrábica que permitió inmunizar a más de 200 animales.

 

Se recomienda vacunar contra la rabia por primera vez a los tres meses de edad del animal y reactivar la inmunización anualmente. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

La jornada es una muestra de las ventajas que ofrecen los vínculos entre las instituciones veterinarias y de salud con la comunidad animalista, alianza refrendada en el decreto-ley De Bienestar Animal aprobado el viernes 26 de febrero por el Consejo de Estado y que entrará en vigor a los 90 días posteriores a su publicación en la Gaceta Oficial de la República.

 

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Los organizadores de esta campaña de vacunación antirrábica fueron las voluntarias de Pasos (Protección Animal SOS), sintonizadas con la Dirección Municipal de Higiene y Epidemiología del municipio Diez de Octubre. En la imagen, Dayana Gil Bermúdez, colaboradora de Pasos. Foto: Beatriz Farramola Díaz
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La jornada demostró que campañas de vacunación como esta son posibles y necesarias a lo largo de todo el país, incluso en las circunstancias especiales de distanciamiento social que impone la pandemia de la COVID-19. Foto: Beatriz Farramola Díaz
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Niños y animales merecen ser educados en el respeto a sus respectivos derechos. Muchos pequeños, dueños de perros y gatos, acudieron personalmente a vacunar contra la rabia a sus mascotas. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

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En total se vacunaron más de 200 perros y gatos de diferentes localidades habaneras, incluidos algunos comunitarios o callejeros. Foto: Beatriz Farramola Díaz
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La respuesta popular a esta campaña de vacunación antirrábica movilizada a través de las redes sociales de Pasos y sus colaboradores confirma el interés de los propietarios por mantener inmunizados a sus animales. Foto: Beatriz Farramola Díaz
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La vacuna antirrábica puede aplicarse sin peligro en perros y gatos de cualquier edad, preferiblemente después de los tres meses de nacidos. También es efectiva en otras especies de animales, entre ellos los equinos. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

Gracias a la vacunación y al seguimiento del tema, los perros dejaron de ser el principal reservorio en la naturaleza para el virus de la rabia, condición que hoy mantiene la mangosta o hurón (Herpestes auropunctatus auropunctatus), según especifica el Programa Nacional de Prevención y Control de la Rabia confeccionado por el Ministerio de Salud Pública y su dependencia la Dirección Nacional de Higiene y Epidemiología. Foto: Beatriz Farramola Díaz

 

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