Icono del sitio Trabajadores

¿Cómo se vivía en Cuba en los años cincuenta del siglo XX?

La década del cincuenta del siglo XX cubano se asocia, por lo general, con la dictadura encabezada por Fulgencio Batista, así como con la lucha revolucionaria que lo enfrentó y abrió el camino a la Revolución triunfante de 1959. Por otro lado, se identifica con las obras públicas, así como con la vida nocturna en clubes y cabarés, de modo señalado en la capital; pero ¿cómo vivían los cubanos que habitaban este archipiélago? ¿cuáles eran sus condiciones de vida? Hay documentos de la época que pueden mostrarnos un retrato de aquella sociedad.

 

 

La Cuba de los cincuenta tenía profundos contrastes en su interior, donde los problemas sociales eran muy fuertes. El censo de 1953 evidencia esa terrible realidad. La población total era de 5 829 029 habitantes, con el incremento sostenido en la concentración urbana, más notable en la capital. Para esos casi seis millones de personas, uno de los problemas más agudos era el de la educación. En la población de diez años y más, el 23,6% era analfabeta (1 032,849), mientras solo el 20,1% había completado la enseñanza elemental.

Esta situación tenía una alta concentración en la zona rural: de los 2 901 627 de población urbana, 506 423 no había aprobado ningún grado, y en el caso de la rural del total de 2 039 246 habitantes, 1 023 667 no tenía grado aprobado. Estas diferencias se muestran en todos los aspectos de la educación, pero veamos como ejemplo los graduados universitarios: entre la población urbana eran 52 172, mientras en la rural eran solo 1 292.

Otro grave problema era el de la asistencia a la escuela. Podemos tomar algunas edades como ejemplo: en los niños de 8 años (140 127) no asistían 60 127, de los cuales 44 508 eran de la zona rural; de 10 años (142 208), no asistían 49 283, y de zona rural eran 37 447. Se trata de edades propias de la enseñanza primaria que se suponía obligatoria. En edades mayores estas diferencias eran muy notables, por ejemplo, había 145 781 con 12 años, de los cuales no asistían a clases 53 032, y correspondían a la zona rural 38 618.

En cuanto a la actividad laboral, se consideraba la edad de 14 años como la de posible actividad, por ser la frontera para la enseñanza obligatoria; sin embargo, de 3 828,464 personas de catorce años o más, estaban económicamente activas 1 972,266 e inactivas 1 856,198. En este rubro, la diferencia por sexo era muy marcada pues los varones inactivos eran 247,182, mientras en el caso de las hembras eran 1 609,016, por tanto, el porcentaje de la actividad en las hembras era solo de 13,7%. Otros aspectos mostraban grandes desbalances, como en el rubro de gerentes, administradores y directores donde las mujeres eran solo el 0,53%.

 

 

Sobre el estado de las viviendas había desigualdades abismales en todo el país, aunque era mucho más considerable en las zonas rurales. Dentro de la población urbana, el 52,6% vivía en casas de mampostería –lo que significa que el 47,4% no tenía esa característica- y en la rural era solo el 2,5%, mientras que, en el primer caso, el 37,2% habitaba en viviendas de hojas de palma y en la zona rural era el 78,2% donde, además, el 87,9% no tenía baño o ducha y el 90,6% carecía de refrigerador o nevera, lo cual estaba determinado por la pobreza y por la no electrificación de grandes áreas del país.

Los problemas reflejados por el censo de 1953 se mantuvieron a lo largo de la década. Esto se puede ver en los niveles de empleo, como recoge Jorge Ibarra en su obra Cuba: 1898-1958 . Estructura y procesos sociales. En diciembre de 1957 había un 11,8% desempleado en la población de más de 14 años, lo que era más acusado en las provincias de Las Villas, Camagüey y Oriente.

La situación de desempleo empeoraba en el tiempo muerto de los trabajadores azucareros. En 1954, en la industria azucarera, el 57% solo había trabajado seis meses o menos, situación que era constante y, si se tiene en cuenta que esa era la producción fundamental de Cuba, se puede comprender su impacto en la sociedad. Otras actividades también tenían ese carácter temporal como el tabaco y hasta la industria de cuero y el calzado, en la cual en ese año el 40% había trabajado también seis meses o menos.

En diciembre de 1957, el desempleo por ocupaciones era realmente impresionante: en los agricultores era el 47,1% del total, cuando entre mayo de 1956 y abril de 1957 (a pesar de tener en ese lapso la realización de la zafra azucarera) había 361 000 desempleados, con una mayor concentración en Oriente (el 29,9%), Las Villas (23%) y La Habana (21,6%).

Como demuestran los datos apuntados, la sociedad cubana de la década de 1950 vivía en medio de grandes problemas sociales, que iban desde las condiciones de las viviendas, hasta el muy bajo nivel educacional, pasando por los problemas de desempleo. Esto resultaba un gran reto para quienes aspiraban a una sociedad más justa y equitativa.

Compartir...
Salir de la versión móvil