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Santiago de Cuba: la vuelta a la COVID-19 después de 180 días

En esta suroriental provincia santiaguera se tensa la situación epidemiológica por la pandemia del nuevo coronavirus tras la aparición en el transcurso de las últimas jornadas de 25 casos positivos a la mortal enfermedad, de ellos 16 importados y 9 autóctonos.

 

Personal de la salud se activa para reducir al mínimo la propagación del virus. Foto: Betty Beatón.

 

Después de haber vivido más de 180 días con la tranquilidad que significa estar libres del SARS COV-2, las autoridades de salud, políticas y gubernamentales, además de la población, están en alerta y accionando para reducir al mínimo posible el número de personas que puedan contagiarse.

Los santiagueros refuerzan las medidas sanitarias con el uso del nasobuco, incluso de caretas protectoras. Foto: Betty Beatón.

De manera particular en los municipios de Contramaestre y Santiago de Cuba, sitios en los que residen los infectados con el virus, se refuerza la pesquisa activa y se regula la movilidad de las personas que residen en las barriadas con casos activos.

Así pasa, por ejemplo, en el Consejo Popular Altamira, ubicado en la ciudad cabecera, donde se han diagnosticados varios positivos a partir del contacto con un viajero procedente del exterior.

Según conocimos por intermedio de Rafaela Irene Isaac Vegerano, presidenta de dicho Consejo Popular, las estructuras comunitarias están activadas y favoreciendo todo aquello que contenga la propagación de la enfermedad, de ahí que se le facilita a los pobladores de las manzanas más complejas en el orden epidemiológico el acceso a productos de primera necesidad sin que tengan que salir de sus residencias.

En diálogo con Trabajadores el Dr. Raúl Leyva Caballero, jefe del departamento provincial de promoción de salud y prevención de enfermedades, insistió en la necesidad de elevar la responsabilidad y el autocuidado de salud por parte de cada uno de los santiagueros.

 

 

 

Precisó que el sistema sanitario está en plena capacidad para responder y superar la actual situación, tal y como dio muestras en anteriores momentos de circulación del virus en la  provincia, pero es imprescindible que las personas cumplan con las medidas ya conocidas: uso obligatorio del nasobuco, desinfección de manos y superficies, así como el distanciamiento físico.

 

Autoridades comunitarias y personal voluntario del Consejo Popular Altamira se movilizan para apoyar en lo que sea necesario en medio de este rebrote de la COVID. Foto: Betty Beatón.

 

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