Siempre que llego al batey del central Antonio Sánchez, en la comunidad cienfueguera de Covadonga, recuerdo lo narrado hace tiempo por el que fuera operador de la pizarra telefónica del ingenio, quien en los días de los combates en Playa Girón recibió una llamada del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Por la proximidad a la Ciénaga de Zapata, el líder de la Revolución mostró preocupación por si los invasores intentaban tomar la fábrica de azúcar. El telefonista le respondió que eso no sucedería, pues los pobladores del lugar tenían en sus manos armas, machetes, palos y piedras, y no dejarían acercarse al enemigo. Al otro día, cuando ya casi se consagraba la victoria, Fidel llegó a Covadonga.
Ahora allí hay otra significativa disposición de los trabajadores, la de producir azúcar con eficiencia —como lo logró en la última zafra el colectivo del central— y también derivados de manera encadenada.
Los eslabones
La mayor refinería de alcoholes de Cuba, administrada por la empresa mixta Alficsa Plus S.A., restableció la producción después de más de seis años detenida por razones diversas. Tiene capacidad para obtener 270 mil hectolitros anualmente. En el proceso fabril utiliza la miel final tipo B de ingenios de Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos.
La planta cienfueguera es la más eficiente del país y entre sus indicadores de lujo figura la utilización de la menor cantidad de miel para fabricar un hectolitro de alcohol.
Los desechos del proceso de destilación son utilizados para obtener levadura torula, un nutritivo alimento animal, y también el dióxido de carbono que agregan a refrescos y cervezas.
La fábrica de torula fue inaugurada en julio de 1977 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y tiene capacidad para obtener 12 toneladas diarias. A ella se agregan la de dióxido de carbono y otra de pienso y miel-urea-bagacillo, las que son administradas por la unidad empresarial de base (UEB) Derivados Antonio Sánchez.
Un centro porcino “redondea” el proyecto que demuestra la conveniencia del encadenamiento productivo para la agroindustria azucarera cubana y permite aumentar las posibilidades de empleo, sobre todo para quienes residen en el batey.
Pero ahí no terminan los eslabones. El agua residual de la fábrica de torula va a los campos cañeros (más de 300 hectáreas son beneficiadas), en lo que los especialistas denominan fertirriego, el cual aporta nutrientes a las cepas, fundamentalmente nitrógeno.
Reparaciones y siembra
José Luis Pérez Lasbal es el secretario general del Sindicato de Trabajadores Azucareros, en Cienfuegos. En sus declaraciones reconoció el ejemplo que significa el encadenamiento productivo logrado en Covadonga, tan necesario para el desarrollo; y consideró oportuno destacar que, gracias a la abnegada actitud de los trabajadores, esa provincia sobrecumplió el plan de producción correspondiente a la pasada zafra (fabricó más de 117 mil 200 toneladas) y materializó el programa de siembra de caña de primavera (enero-junio), ascendente a 5 mil 200 hectáreas (ha). En este último logro resultó esencial la labor de fuerzas de apoyo movilizadas voluntariamente.
“En estos momentos es muy intenso el esfuerzo en las reparaciones de los centrales y los equipos para realizar la cosecha, así como en las áreas previstas a sembrar en el segundo semestre del año (más de 4 mil 400 ha)”, expresó.
“El compromiso de todos es cumplir de nuevo. El sector está entre los priorizados en la economía y la respuesta de los más de 8 mil 280 azucareros de Cienfuegos tiene que ser efectiva”, aseveró.
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