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SABORES: El aliñao: herencia, cultura y tradición

Desde que se confirma el embarazo, el padre comienza los preparativos, aunque serán las mujeres de la familia, generalmente las abuelas, quienes aportarán su experticia para balancear el alcohol y el dulce de la preparación. Indispensable es la damajuana, un botellón de diez litros de capacidad donde almacenar al protagonista del futuro jolgorio que deja en agonía a cualquier tradición anglosajona -léase babyshowers-.

 

«Se alista Bayamo para la primera Fiesta del Aliñao». Tomado del video disponible en el repositorio Youtube

Por supuesto, nos referimos a esa bebida, tradicional y autóctona del oriente cubano, que se elabora para celebrar el nacimiento de los hijos -pero sobre todo las niñas- y que, luego del alumbramiento, se entierra otra garrafa del mismo licor para ser degustado cuando el vástago cumpla 15 o 18 años e, incluso, hay quien guarda otra para la boda: el aliñao.

Según el MSc. Domingo Cuza Pedrera, quien asegura que es especialmente popular en las ciudades de Bayamo, Holguín y Las Tunas y que pronunciarlo «aliñado» suena demasiado sofisticado para una bebida tradicional, para prepararlo primero debe elaborarse «un jarabe de azúcar blanca o marrón, al que se le agregan los higos y las hojas de higo, y luego se cocina durante unos minutos. Las frutas se cocinan de forma independiente, porque cada una requiere un tiempo de cocción distinto. Una vez cocidas, se vierten en la damajuana y se agrega el alcohol de acuerdo a las cantidades deseadas».

Aunque posteriormente se enriqueció con frutas como la piña, las uvas pasas, las grosellas, las cerezas, entre otras -que absorben el alcohol y a la vez que se añejan quedan “borrachas-; si hay alguna que no puede faltar es la ciruela, puesto que el origen del aliñao se remonta al llamado ciruelón o ciruelas borrachas, una bebida cuya mención escrita más lejana data de 1857 y que, por sus accesiblilidad y suculencia, se convirtió rápidamente en un símbolo de la ciudad de Bayamo ostentado y disfrutado luego por las familias del oriente nacional.

Por otro lado, la Ecured sitúa su génesis en el agualoja, una bebida elaborada por los esclavos a partir de la hervidura de canela, anís y hojas de higo con azúcar de pilón o raspadura de caña, caldo al que se le agregaba aguardiente cuando se enfriaba.

«A la mencionada bebida, los esclavos de la familia Milanés, de Bayamo, comenzaron a agregar dulces de frutas en almíbar en pequeños trozos y ciruelas pasas deshidratadas o en dulces de los restos de las comidas ofrecidas a los amos. Esto se convirtió en la agualoja aliñada, o sea aliñao, que con el transcurso del tiempo y con algunas modificaciones pasó a ser la bebida tradicional ante el nacimiento de un bebé».

Sin embargo, contrario a lo que promulga la enciclopedia cubana, el también director de la Oficina de Información Turística (INFOTUR) de Granma, advierte que no deben emplearse frutas pulposas como el mango o la guayaba, porque pueden enturbiarlo y fermentarlo. Precisa, igualmente, que no puede considerarse aliñao si carece de pedazos de caña que enriquezcan su textura y sabor.

 

Tomada del blog «My Cuban Traumas»

 

 

Sin dudas, tanto la receta -hay quien prefiere no enterrarlo, sino solo dejarlo reposar en un lugar fresco, seco y oscuro- como las raíces de este licor se desdibujan en el tiempo, y por eso podemos encontrar tantas versiones de su surgimiento como formas de prepararlo.

Lo que sí constituye un hecho es que en Granma se comenzó a producir de manera industrial y a ser comercializado, y además cuenta con su propia celebración: «La Fiesta del Aliñao», un jolgorio cultural  creado por el cantautor Raúl Torres dónde se amalgaman el muralismo, los eventos teóricos y las descargas trovadorescas en instituciones, teatros y parques granmenses.

 

 

 

 

Cuando los parientes y vecinos acuden a conocer al recién nacido, brindan con este delicioso líquido que deviene muestra de agradecimiento, alegría, cortesía y hasta condimento de esas reuniones sociales donde se brinda por la salud del bebé y se mezclan la costumbre y la historia con la preservación y potenciación del rico patrimonio cultural y gastronómico de nuestros ancestros y de nuestra patria, transmitido de generación en generación. Entonces…¿te animas a probarlo?

 

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