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Yury Valdés: «Soberana es la expresión de un país» (+Fotos)

Foto: Tony Hernández Mena

Por: Tubal Páez Hernández y Daymaris Alemán Salazar

Yury Valdés Balbín es un científico cubano, de 43 años, electo diputado por el municipio capitalino de La Lisa y miembro de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Quien es, además, director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas, institución líder en el proyecto de desarrollo del primer candidato vacunal cubano contra la COVID-19, nos recibe en un salón de la Dirección General de ese centro.

 

Foto: Tony Hernández Mena

 

En la pared lateral derecha del local, centra la atención una lona con el emblema del Instituto, flanqueado por dos estantes que exponen un muestrario de las vacunas desarrolladas allí. La pared de enfrente luce una imagen en metal del sabio cubano Carlos J. Finlay, descubridor del mosquito como agente trasmisor de la fiebre amarilla.

 

Foto: Tony Hernández Mena

En este mismo salón se gestaron muchos proyectos y se tomaron decisiones importantes con la participación del Comandante en Jefe Fidel Castro, que visitaba con frecuencia el Instituto. En solo un solo año estuvo en este recinto más de cien veces. Venía a consultar, a conversar, a buscar opiniones y a sembrar en las almas el futuro.

Nos sentamos entonces a conversar, sintiendo que nos encontrábamos no en un pequeño local, sino en un gran templo cargado de historias y compromisos con el bienestar del pueblo de Cuba, y de la huella del líder de la Revolución. Por eso la primera pregunta a Yury fue una sola palabra:

¿Fidel?

La ciencia de manera general es un sector muy marcado por la figura del Comandante en Jefe. No solo porque él desde el principio creyó en ella, no solo porque él fundó instituciones, él creó capacidades y generó un proceso de formación de especialistas en Cuba y fuera de Cuba, en función de que la ciencia desempeñara un papel protagónico en la sociedad.

“Es una suerte que en nuestras instituciones, ─insertadas ahora en Biocubafarma─, todavía se cuente con varios de sus líderes fundadores. Son trabajadores e investigadores, algunos de los cuales incluso todavía dirigen».

“Esos compañeros tuvieron mucho intercambio directo con el Comandante en Jefe, porque él creó un sistema de trabajo con la ciencia, al menos con el sector biotecnológico, de intercambio casi semanal con ellos, que fue de formación de valores sin intermediarios».

“Hoy este sector se desenvuelve en un contexto muy particular: es uno de los pocos donde conviven los fundadores con los continuadores. Yo me pudiera considerar, generacionalmente, un continuador; pero nosotros tenemos la oportunidad de contar con esos fundadores, que nos pueden trasmitir experiencias y opiniones de cómo era el conjunto de sistemas de gestión que Fidel utilizaba».

“Ahora en el contexto de la COVID hemos intercambiado sobre qué significa para un científico cubano la consigna de “Yo soy Fidel”. Para nosotros es aplicar aquellos conceptos que él hubiese aplicado si estuviera vivo».

“La visión personal, que tengo y muchos compañeros míos la comparten, es que es el mismo modelo de gestión que está llevando hoy el compañero Miguel Díaz-Canel, presidente de la República, cuando te llama, te convoca, te da la misión, pero además te acompaña en la solución del problema».

“Nuestro sector, además de la huella directa de Fidel, recoge el resultado de la enseñanza de la ciencia en el sistema educacional cubano. Hay carreras que en Cuba no existían, y que fueron creadas por la Revolución, y son saberes hacer que necesitamos hoy y que están decidiendo mucho en los contextos actuales, y no tan actuales. Eso también se debe a Fidel».

“Por eso, cuando visualizábamos una vacuna para la COVID-19, definimos que el 13 de agosto, nuestro regalo a él sería decirle: “Cumplimos una etapa, lo hicimos como tú hubieras querido que lo hiciéramos, y aquí está el resultado”.

Hablemos de su vida. ¿A su juicio, qué factores influyeron más en su formación y qué lo motivó a estudiar Química?

Procedo de una familia típica cubana, no muy numerosa: somos tres hermanos, mis padres, mi abuelo y mi abuela, la cual ha sido siempre la figura central, y el tenerla junto a nosotros, a sus 98 años, es una suerte. Ella es la responsable de haber inculcado los mejores valores en todos nosotros. Era una de 13 hermanos, que siempre nos hablaban de todas las vicisitudes que pasaron en su natal Villa Clara. Mis padres y yo nacimos en La Habana y somos licenciados en Química, y ellos han hecho su vida como profesores. Mi inclinación por la Química se inició en el preuniversitario; siempre la vi como una ciencia básica. Por ahí vino esa motivación por la investigación, que era lo que me gustaba.

 

Foto: Tony Hernández Mena

“Tengo una compañera de vida, que llevamos juntos 20 años, y tenemos un niño de nueve, a quien pusimos Camilo. Es muy activo, y por eso lo hemos tratado de encauzar en el deporte. Practica béisbol desde los cuatro años en el área del Náutico, en el municipio Playa. Allí con los padres de los otros niños tenemos otra familia, es otro mundo que les hace mucho bien a los pequeños por los valores de colectivismo que inculcan los deportes. Los extraño mucho, porque hemos tenido que parar ahora por la COVID-19.”

“La Vocacional “Vladimir I. Lenin”, marcó mi vida. Fue la primera vez que estuve becado. En esa etapa se produjo mi primer contacto con las organizaciones políticas y de masas, en las que fui elegido a cargos de dirección en la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media y la Unión de Jóvenes Comunistas, que se suman a otros que ocupé posteriormente en la Universidad. Soy de la graduación del 2000, la primera que se hizo en la Tribuna Antimperialista con la presencia del Comandante en Jefe, quien me entregó el título de Licenciado por ser uno de los dos graduados integrales. Luego de la ceremonia, Fidel pidió que todos los graduados integrales de las diferentes universidades y sus familiares fuéramos al Consejo de Estado, y allí estuvimos toda una madrugada compartiendo con él.”

¿Cuándo te adentras en el complejo mundo de las vacunas?

Tras graduarme comencé a trabajar como investigador en el Laboratorio de Antígenos Sintéticos de la Facultad de Química de la Universidad de La Habana, gracias a mi profesor de siempre, el Doctor Vicente Verez Bencomo, a quien estimo como un padre. Él me adentró en el mundo de las vacunas, pues precisamente en aquel entonces  culminaba la obtención de la primera vacuna, y única todavía en el mundo, a partir de un antígeno sintético, contra el Haemophilus influenzae, aplicable a lactantes.

“Resultó mi primer acercamiento al mundo científico. No pudimos disfrutar de las vacaciones de quinto año, porque el proceso de obtención de la vacuna estaba finalizando. Fue una coincidencia feliz haberme graduado e inmediatamente pasar a trabajar en algo que iba a ser aplicado después».

“La vacuna se registró en el 2003 y tuve la oportunidad, aunque es algo característico de los científicos cubanos, de involucrarnos con el candidato vacunal hasta el final. Recuerdo que uno de los lugares donde inmunizamos a cinco niños fue en el central azucarero “Haití”, en la provincia de Camagüey. Resultó algo de gran significación en mi vida».

“Posteriormente, en el 2006, comencé a trabajar junto a otros compañeros, ya con un poco más de liderazgo, de madurez científica, en una vacuna dirigida también a lactantes, un proyecto mucho más complejo contra el Streptococcus pneumoniae en el cual hemos laborado intensamente durante catorce años. Es el periodo que  normalmente demora transitar una vacuna desde la prueba de concepto hasta registrarla, sobre todo si son preventivas y van dirigidas a niños».

 

Foto: Tony Hernández Mena

“En febrero último, cuando estábamos avanzando en los ensayos clínicos en Santiago de Cuba, que se sumaba a los miles de niños que ya han sido vacunados en Cienfuegos y en La Habana, es cuando nos sorprende la COVID-19, y tuvimos que detenernos. El tercer proyecto en el que he trabajado es precisamente en el candidato vacunal contra el nuevo coronavirus.

“Dirigir en organizaciones y participar en sus congresos, incluso en el exterior, es una escuela de formación, pues se aprende a lidiar con diferentes caracteres, uno aprende a escuchar, que es una habilidad que cuesta trabajo.

“Les cuento una anécdota muy bonita: cuando fuimos a salir al Festival Mundial de la Juventud en Venezuela, tuvimos un encuentro con Fidel, donde se le preguntaba algo y él daba su percepción, como, por ejemplo: “¿Si usted fuera delegado al Festival qué les diría a los jóvenes de nuestra edad?”

“Entonces nos trasladó esas ideas de que aunque ante los principios no se podía claudicar, había que generar unidad como concepto fundamental; que dentro de la diversidad puede haber unidad, que el concepto de Patria es humanidad implica que prevalezca esa humanidad, pues nadie se va a salvar por separado, más todos los elementos de solidaridad en los que insistía».

¿Qué recuerda del proceso que lo condujo a ser elegido como diputado por los electores del municipio capitalino de La Lisa? Háblenos de sus vínculos con ese territorio.

A mí no hay muchas cosas que me sorprendan en la vida; pero eso me sorprendió completamente. Yo estaba en la casa y recibí una llamada telefónica y me dijeron que, en el municipio de La Lisa, la FEU me había propuesto como precandidato a diputado.

“Después vino todo el proceso: la presentación y postulación, por los delegados de la Asamblea Municipal, de los candidatos de ese territorio, los intercambios con el pueblo, y la elección popular en el año 2013″.

“Sostengo que no hay escenario más importante que una reunión de rendición de cuenta en un barrio. En lo personal le doy mucha importancia. Admiro a los delegados elegidos en las circunscripciones por su esfuerzo y su trabajo: ellos son el eslabón fundamental de esta sociedad».

“La reunión de rendición de cuenta es el mejor termómetro que puede tener nuestra sociedad para medir cualquier sector, la ciencia, la educación, etc. Es allí donde está el pueblo legítimo, diciéndote sus problemas, alabando las virtudes, definiendo los conceptos importantes, defendiendo a la Revolución, reconociendo al maestro…»

“Cuando uno asume una responsabilidad como esta le cambia la vida totalmente. Eso genera un compromiso tremendo y uno descubre cosas de todo tipo que no es capaz ni de imaginar que existen: culturales, educativas, de valores, de problemas, de situaciones; y a mí eso me cambió la vida».

“Así me sorprende el año 2013, con los recorridos por el municipio y los intercambios con el pueblo, donde te hacían preguntas o yo las hacía. La Lisa es un municipio periférico muy grande. De hecho, usted va a El Guatao, a Punta Brava, a Alturas de La Lisa, o a Balcón de Arimao; va a Bello 26, a Valle Grande, a cualquiera de esos lugares, y se adentra en un municipio que tiene cultura, que tiene historias. Vas a El Cano y te dicen, por ejemplo, que ese fue el Primer Pueblo Socialista de Cuba, o te topas con la cultura de los alfareros».

“Hay una excelente relación de todos los diputados con la dirección de la Asamblea Municipal, que me ha permitido vincularme a proyectos comunitarios, a instituciones como la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, a proyectos espectaculares, que tienen una carga cultural, histórica y patriótica muy grande. Eso me ha dado la posibilidad de lidiar con problemas concretos que sufren las personas y tratar de ayudarlas.”

Usted integra una de las comisiones más importantes de la Asamblea Nacional ¿qué le ha aportado ese desempeño?

Desde mi primera Legislatura estoy insertado en la de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Es una comisión muy heterogénea, en la cual he aprendido mucho, porque ni remotamente antes podía entender determinados problemas de la cultura o algunos incluso de la educación, aunque de estos estoy más cerca.

“La forma en la que estamos organizados en la Comisión es por grupos de trabajo, y me dieron la responsabilidad de coordinar el de la Ciencia. En primer lugar, nosotros tenemos que hacer ejercicios de fiscalización en asuntos muy asociados a la ciencia, como son los de su aplicación en diferentes ámbitos.

“En razón de ello hemos tenido la posibilidad de entender y aprender de muchos científicos y de grandes instituciones de este país, y también hemos podido constatar la visión de Fidel con relación a la ciencia. Por ejemplo, cuando uno recorre centros a lo largo y ancho del país, y visita una institución científica que se ocupa de temáticas importantes, resulta que fue fundada por el Comandante en Jefe.

“Está todavía por darse a conocer en toda su dimensión el potencial científico e innovador que existe en casi todos los municipios, por eso uno de los proyectos de la comisión es promover la creación de un Noticiero Científico».

“Ahora ante una emergencia como la COVID-19, lo que estamos viendo es la punta de un iceberg, de una estructura, de un sistema de ciencia que existe en el país, que sin dudas hay que optimizarlo, mejorarlo. Todo eso salió a partir de la creación del Comandante».

“En esa doble misión, en los ejercicios de fiscalización, de representar al sector de la ciencia, hemos tenido la posibilidad de trasmitir a la máxima dirección del país elementos que pueden no andar bien, o que debemos optimizar, compartir con ellos y trasmitirles cuáles son las políticas que estamos llevando adelante».

“Desde la comunidad científica tuvimos una participación activa en la construcción de aquellos elementos más asociados a posicionar la ciencia dentro de la Constitución. Porque a la ciencia le sucede lo que a otras muchas cosas: la ciencia es buena y hace falta, y todos hablamos bien de ella, lo complejo es posicionarla transversalmente dentro del desarrollo político, social y económico del país».

“El presidente de la República ha dado ejemplos de posicionar a la ciencia, para a partir de ella darles solución a los problemas más complejos que tiene la sociedad. Pero eso, en el momento de elaborar el proyecto de la nueva Constitución, estaba claro en el discurso, pero no estaba claro en el texto. Los científicos hicieron muchos aportes y nosotros en la Comisión, y en la Asamblea Nacional también, tuvimos la posibilidad de participar y de ayudar a que esos elementos quedaran plasmados».

“Creo que eso fue gracias también a la experiencia que ha ido acumulando la Comisión, su dirección ─que también le ha dado estabilidad─, y a sus diputados, además de haber podido lograr en el país un movimiento que permitiera que todas esas opiniones llegaran y se tuvieran en cuenta en la redacción de la Constitución. Si me preguntaran, para mí es el momento cumbre de todo este desarrollo».

“Si somos coherentes en el pensar, lo que Cuba está haciendo frente a la COVID hoy, es lo que la Constitución definió. Eso es importante, porque hoy se están tomando las principales decisiones a nivel de país a partir, no de una indicación administrativa, sino del uso y el empleo real de los resultados y del impacto que tienen esos resultados de la ciencia».

“No podríamos hablar hoy de tener los indicadores con respecto a la COVID que exhibe Cuba, que sin dudas son de los mejores del mundo, a partir del no empleo de los elementos científicos, porque los elementos científicos no son solo el producto; el elemento científico se inserta desde el diseño, desde la concepción, desde la gestión, hasta los productos».

“No pudiéramos estar hablando de llegar a un candidato vacunal cubano, incluso a varios contra la COVID, si no se tiene todo ese potencial científico en un escenario tan complejo, donde las transnacionales están llevando la voz cantante y donde no hay prácticamente ningún país pobre que pueda aspirar a tener la manera soberana de enfrentar una situación como la que estamos viendo».

“Ese potencial científico es consecuencia de la revolución educacional del país desde el año 1959. Cuba tiene científicos porque tiene un pueblo con educación, con cierto nivel de instrucción y de cultura. Porque una cosa es fruto de la otra».

“Estamos hablando de que hay que tener estándares en los principales procesos de formación, de selección, en un país articulado, con mecanismos de gestión, y con instituciones creadas hace décadas, que recogen una historia de muchos científicos, algunos que ya no están, y los que están tiene la capacidad de darle continuidad a esa obra.

“Yo pienso que el enfrentamiento a la COVID-19 es la concreción de esos conceptos que fueron plasmados en la Constitución, llevados a la práctica en el contexto tan complejo de esta pandemia. Ahí se ve la coherencia en la aplicación de los principales documentos, que también tienen una base en los acuerdos del Congreso del Partido.”

Háblenos de Soberana

─Soberana es el nombre que inicialmente se da al ensayo clínico. Cuando no tiene nombre, se inscribe el producto con un código, en este caso “FINLAY-FR-1”. Al posicionar el ensayo clínico, decidimos ponerle “Soberana”, porque el 19 de mayo, en una reunión con el Presidente de la República, este, además de felicitar a la comunidad científica por el esfuerzo, nos había dicho que el resultado no iba a estar completo si no éramos capaces de tener una vacuna propia, por una cuestión de soberanía.

 

Foto: Tony Hernández Mena

“Soberana es el resultado hoy de una etapa de las cuatro que tiene el desarrollo de una vacuna. No podemos hablar aún de que es una vacuna, sino que cierra una fase de todas las que tiene un candidato vacunal. Lo que pasa es que, sin dudas, lleva en sí valores de muchas personas. Primero, hablemos del Instituto Finlay, que en lo personal me ha sorprendido, y no porque no lo conozca, sino porque ha estado muy a la altura de lo que el país ha convocado.

“Estamos hablando del potencial científico cubano en el que prevalece una gran cantidad de jóvenes; hemos logrado como institución que todos se fueran sumando y entregando lo mejor de sí en un momento en que todo el mundo tiene problemas, y ves jóvenes que trabajan 12, 13, 14 horas todos los días, incluidos los sábados y domingos».

“En mi opinión, Soberana es la concreción de instituciones, no solamente del Instituto Finlay de Vacunas, también del Centro de Inmunología  Molecular, que ha jugado un papel decisivo; de la Universidad de La Habana, a partir de un laboratorio de la Facultad de Química que se ha implicado y con el cual hemos mantenido relaciones históricas».

“Cuando nosotros hicimos vacunaciones en el Consejo Popular Vedado, en Plaza, y en el Consejo Popular Los Sitios, en Centro Habana, llegamos con otra vacuna, que no era esta, tratando de ayudar a mejorar las defensas de las personas y a su vez, el posible curso de la enfermedad. Vimos entonces expresiones de desespero, pues todo el que tiene un familiar ingresado, o grave o fallecido, tiene ante sí una dura realidad. Y las expresiones en las miradas de la gente eran de esperanza».

 

Foto: Tony Hernández Mena

“Aquellas miradas nos dieron a nosotros esa energía extra para decir “hay que seguir luchando hasta el final”. Porque la gente tiene la esperanza puesta en esto, pienso mucho en La Lisa. Cuando tú conectas eso con las reuniones de rendición de cuenta, te dices: “Esas personas que van a la rendición de cuenta, vestidas como si estuvieran en su casa, confían en la solución de sus problemas, y hoy están confiando en los científicos cubanos».

“Si representas al pueblo, si eres científico -como es mi caso- en ese municipio, debes darlo todo y hacerlo todo para que ellos puedan tener al menos esa esperanza. Y la vacuna llegará, en algún momento».

“Eso ha primado en cada una de las personas que han trabajado en el proyecto de vacuna al cual el pueblo nombró Soberana, y seguimos trabajando, porque después que salió la información se está trabajando más, porque entonces la expectativa de la gente es superior, pero las etapas que vienen son más complejas, porque son de evaluación en humanos».

 

Foto: Tony Hernández Mena

“Soberana es la expresión de un país a partir de capacidades creadas por el propio país de poner en un bulbito la esperanza que podemos tener todos de impactar en la salud de nuestra gente y de nuestro pueblo. Eso es Soberana.”

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