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Jibacoa se recupera, pero no olvidará a Laura (+Fotos)

Tania Dúquez González no puede frenar sus emociones cuando ve a la delegación que se detiene en un tramo de la carretera Manicaragua-Jibacoa, en las inmediaciones de la localidad Veguita: los vientos arrancaron la Albizia de raíz, exclama, eso nunca se había visto aquí.

Fotos: ACN

La Albizia julibrissin, también conocido como árbol de la seda o Acacia de Constantinopla, es una planta majestuosa de grandes raíces, y de los estragos causados por la tormenta tropical Laura a su paso cercano por el sur villaclareño, esto fue lo que más impactó a Tania.

Cuando todo se puso feo me resguardé en la casa de los vecinos, cuenta a la Agencia Cubana de Noticias, para su suerte su vivienda no sufrió daños como consecuencia de los vientos, que aseguran algunos, llegaron aquí con rachas de hasta 100 kilómetros por hora.

Ubicado en el macizo montañoso de Guamuhaya, el consejo popular Jibacoa, enclavado en el valle del mismo nombre, acumula en Villa Clara las mayores afectaciones después de Laura, aunque el nivel de daños puede ser resarcido relativamente rápido.

Mileidy González González, presidenta del Consejo de Defensa Municipal en Manicaragua, confirmó a la prensa que se contabilizan, en Jibacoa, alrededor de 40 viviendas afectadas, fundamentalmente por la cubierta y dos centros educaciones en los que ya se trabaja por su recuperación.

En la zona conocida como la cortina de la presa, la casa de Yudeisi Aguirre Turiño se muestra ahora sin techo, sin embargo y a pesar de la desolación propia de estos casos, la mujer minimiza su situación en una frase: estamos bien, y eso es lo que importa.

Los derrumbes parciales o totales de techos en instituciones y viviendas en Villa Clara, apenas alcanzan el centenar y reciben la atención requerida por el Consejo de Defensa Provincial para responder en el menor tiempo posible cada especificidad y restaurar los inmuebles que sufrieron el impacto de Laura.

En Jibacoa se avizora una pronta recuperación, no obstante, cuando no fue un fenómeno de gran intensidad meteorológica, los vecinos no olvidarán este agosto de 2020 en el que los vientos de Laura se colaron entre las montañas y batieron con fuerza, como nunca antes habían presenciado.

 

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