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Industria biofarmacéutica, esencial en estrategia cubana frente a la Covid-19

La industria biofarmacéutica ha constituido un componente esencial de la estrategia de la mayor de las Antillas frente a la COVID-19, y un artículo publicado por la Revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba expone las principales áreas de trabajo así como los resultados obtenidos hasta el momento.

 

El texto, que vio la luz este domingo, señala que los productos de la biotecnología han contribuido a la disminución de pacientes graves y críticos y a la reducción de la mortalidad por esta enfermedad, aproximadamente 10 veces inferior a la tasa mundial.

Destaca que el dispositivo de respuesta nacional construido con sentido de urgencia para responder a la epidemia logró una conexión en tiempo real de los científicos con los altos niveles de decisión del Gobierno, una integración en tiempo real entre las empresas y de estas con las instituciones del sistema de salud, así como una conexión con grupos científicos de las universidades, que se expresó especialmente en la modelación matemática de la epidemia y de las intervenciones.

Además, permitió contar con una estructura de prioridades «guiada por la demanda» de productos y conocimientos, una capacidad de asignación de los recursos materiales y humanos -siempre escasos-, coherente con la estructura de prioridades, una concertación estratégica y operativa entre la industria y la autoridad regulatoria de medicamentos.

La capacidad de reposicionamiento de productos que habían sido desarrollados para otras aplicaciones, pero que tenían posibilidades de funcionar en la COVID-19, la identificación de los problemas que subyacen en la epidemia, tales como el envejecimiento y la inflamación crónica subclínica asociada a este, y los síndromes de hiperinflamación sistémica comunes a varias situaciones clínicas, y la capacidad de extrapolar lo aprendido hacia otros campos de la investigación en salud, figuran entre los logros.

El artículo refiere que los resultados de la industria biofarmacéutica cubana en su contribución al control de la pandemia, la colocan en una posición ventajosa ante los desafíos que vendrán.

La capacidad de diagnóstico rápido y masivo, y el desarrollo de vacunas específicas serán las mayores prioridades, junto con el fortalecimiento de la capacidad terapéutica, especialmente en pacientes con edades avanzadas, subraya.

“El enfoque cubano tiene como rasgos distintivos la participación directa de la industria biofarmacéutica y la introducción de productos novedosos de la biotecnología. Disponer de una industria nacional de propiedad estatal, con capacidades de producción y de investigación científica, a través de redes de colaboración multisectorial ha sido una de sus fortalezas, lo que ha tenido un impacto en la obtención de resultados en corto tiempo, dando respuesta efectiva a la demanda del sistema de salud para el enfrentamiento a la COVID-19”, advierte.

Comparte que hasta el 16 de junio, la tasa de casos por millón de habitantes a nivel mundial era de mil 439; la de Cuba 208, con lo que el país ocupó el lugar 154 de 214 países.

La fracción de pacientes que transita hacia formas severas se limitó en la Isla a menos del siete por ciento, cifra inferior a la reportada en otras naciones; la tasa mundial de fallecidos por millón de habitantes era de 67,9 y la de Cuba ocho, con lo que ocupó el lugar 120.

El artículo recalca que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y el Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmaucética de Cuba (BioCubaFarma) elaboraron un programa conjunto de investigación para la prevención y el tratamiento de la enfermedad, que se inició en febrero de 2020, antes de reportarse el primer caso en el país.

Este programa de investigación que se inició con unos pocos proyectos alcanzó hasta el mes de junio decenas de investigaciones básicas, clínicas e intervenciones médicas.

En sentido general BioCubaFarma ha trabajado en 16 proyectos de nuevos tratamientos y tecnologías médicas para prevenir y combatir el nuevo coronavirus, de estos, hay 11 productos que se encuentran en estudios clínicos o ensayos de intervención en pacientes y grupos de riesgo.

Con fines preventivos se han evaluado cinco capaces de estimular la inmunidad, tanto innata como adaptativa, para diferentes grupos de riesgo (incluido el personal médico); por su acción antiviral, cuatro han sido empleados en pacientes infectados por el virus, recién diagnosticados, y dos para contrarrestar el proceso de la tormenta de citocinas.

Se trabaja en tres sistemas diagnosticadores y la producción nacional de respiradores artificiales, coordinada por el Centro de Neurociencias de Cuba.

[box title=»Productos y proyectos científicos de BioCubaFarma:» box_color=»#ed8a19″ title_color=»#0f0d0d»]

En el espacio preventivo destacan, entre otros productos:

-Biomodulina-T, inmunomodulador de origen natural: En la COVID-19 se propuso su evaluación como tratamiento preventivo en grupos de riesgo (ancianos y personas con diabetes mellitus y padecimientos cardiovasculares). No se trata de un medicamento que evite el contagio con el nuevo coronavirus, pero ayuda a estimular el sistema inmunitario de las personas pertenecientes a estos grupos vulnerables para que, en caso de infección, su respuesta al virus sea mejor y presenten menos complicaciones. Actualmente se tratan alrededor de 20 mil personas con la Biomodulina-T y se estima que se beneficiarían con ella aproximadamente 100 mil personas en Cuba.

-Hebertrans (Factor de Transferencia): es un hemoderivado obtenido por hemodiálisis de leucocitos, que transfiere inmunidad de un donante inmune a un receptor con déficit inmunológico. Su principal indicación son los pacientes con inmunodeficiencia celular, enfermedad caracterizada por la presencia de infecciones recurrentes. El propósito es mejorar el estado inmunológico de los pacientes con antecedentes de déficit de la respuesta inmunológica. El producto se aplicó de forma profiláctica en grupos de riesgo.

-Nasalferón (formulación nasal de IFN alfa-2b humano recombinante): gracias a las propiedades inmunomoduladora y antiviral del IFN-alfa, logra una protección frente a la exposición al SARS-CoV-2. Su uso profiláctico fue autorizado con el propósito de proteger a poblaciones vulnerables y de máximo riesgo por exposición directa al virus. Han sido tratados 17 mil 241 trabajadores de la salud y mil 105 personas vulnerables (con edad avanzada y comorbilidades o por exposición indirecta al virus). En el grupo tratado se han reportado 27 infectados (0,15 por ciento), lo que representa un 99,85 por ciento de éxito profiláctico y una reducción significativa del 8,6 por ciento de positivos a la COVID-19 que existía entre el personal de salud en Cuba antes de implementarse la profilaxis con Nasalferón.

En la etapa de tratamiento de la enfermedad moderada destacan:

-Heberon® (interferón alfa 2b): En pacientes infectados con SARS-CoV-2 durante el primer mes posterior al inicio del brote en Cuba se evaluó la eficacia terapéutica de IFN alfa-2b en un estudio observacional prospectivo metacéntrico realizado en 16 hospitales de ocho provincias cubanas. Del 11 de marzo al 14 de abril, de los 814 pacientes confirmados con SARS-CoV-2 mediante RT-PCR, 761 fueron tratados con Heberon® y 53 recibieron el protocolo aprobado sin tratamiento con IFN alfa-2b. La tasa de letalidad para todos los pacientes fue del 2,95 por ciento, y para aquellos pacientes que recibieron IFN alfa-2b, la tasa de letalidad se redujo a 0,92.

-Heberferon® (combinación de interferón alfa-2b e interferón gamma): Esta formulación de ambos productos en proporciones sinérgicas en un solo vial tiene una mejor actividad biológica, logra un mayor efecto antiviral y puede aumentar el efecto antiproliferativo de cinco a 10 veces más que cada interferón individual, con menos intensidad de reacciones adversas. Los resultados han mostrado una mayor eficacia terapéutica del Heberferon® en la reducción del tiempo necesario para la eliminación del virus. Esto es importante, pues disminuye las posibilidades de complicaciones y la duración de la estadía hospitalaria.

En el tratamiento de la enfermedad severa y grave hay dos productos innovadores que han mostrado buenos resultados:

-Jusvinza: es un péptido inmunomodulador, diseñado mediante herramientas bioinformáticas, que posee propiedades antinflamatorias. Se inició el protocolo de acción con Jusvinza el 31 de marzo del 2020, en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Militar Luís Díaz Soto de La Habana. La extensión de su uso a otros hospitales ocurrió el 27 de abril. Hasta la fecha se han tratado más de 70 pacientes en condición de cuidados, graves y críticos. El porcentaje de sobrevida global ha sido mayor del 94 por ciento.

-Itolizumab: En el tratamiento del síndrome de liberación de citocinas asociada a la COVID-19 el Itolizumab resultó ser seguro. No hubo incremento de infecciones bacterianas por el uso de este producto ni se aprecian reportes relacionados con inmunosupresión. Mejoró notablemente la función ventilatoria. Redujo el riesgo de morir de los pacientes de cuidado y graves, en comparación con pacientes controles cubanos con el mismo grado de severidad de la enfermedad.

Algunos productos en desarrollo son:

– Péptido CIGB300, inhibidor de la enzima caseína quinasa: Este péptido tiene actividad antiviral en experimentos in vitro utilizando células en cultivo y un modelo de coronavirus bovino. Se aprobó por la agencia regulatoria cubana un ensayo clínico fase I con el péptido CIGB300, debido a que este producto se encuentra en ensayo clínico fase II para tratamiento de cáncer, con suficiente evidencia de seguridad. Este ensayo en pacientes COVID-19 (estudio Atenea) concluyó la inclusión de pacientes y se encuentra en etapa de seguimiento y evaluación.

– Vacuna antimeningocócica VAMENGO-BC, y vacuna CIGB2020 (basada en antígenos del virus de la hepatitis B): ambas empleadas en estudios clínicos como alternativa preventiva para estimular y entrenar el sistema de inmunidad innata. El entrenamiento de la inmunidad innata es un paradigma emergente en la inmunología, que de alguna manera amplía el concepto de memoria inmunológica.

-Vacunas específicas contra el SARS-Cov-2: La biotecnología cubana ha acumulado mucha experiencia en el desarrollo de vacunas; así, el esquema de inmunización cubano incluye 13 y de ellas ocho se producen en Cuba. Varios grupos trabajan en el desarrollo de candidatos vacunales específicos basados en diversas estrategias y plataformas vacunales con una amplia validación de uso clínico.

Los siguientes proyectos en ejecución están relacionados con el diagnóstico:

– Diagnóstico serológico basado en la tecnología SUMA, del Centro de Inmunoensayo: Ya se dispone de un juego de reactivos, UMELISA SARS-CoV-2 IgG para la detección de anticuerpos IgG contra el virus a partir péptidos sintéticos diseñados por técnicas de bioinformática, que obtuvo el registro del CECMED, y que se está utilizando en estudios epidemiológicos de seroprevalencia que lleva a cabo el MINSAP. Se trabaja en otros juegos de reactivos para la detección de anticuerpos IgM y de antígenos virales, en colaboración con el CIGB. Estos diagnosticadores permitirían una cobertura nacional en la vigilancia epidemiológica en la etapa posterior a la COVID-19.

– Diagnóstico molecular: Se trabaja en la transferencia y desarrollo de tecnología para la ampliación de la red nacional de laboratorios de diagnóstico molecular por PCR, que confiera soberanía tecnológica e incremente la capacidad de pruebas diarias. En este proyecto participan el CIE, el CIGB, Biocen y CNEURO.

– Equipos médicos: El CNEURO trabaja en el diseño y fabricación de un modelo de ventilador mecánico emergente, que debe estar disponible antes de que termine el año, mientras que Combiomed trabaja en un proyecto de un ventilador mecánico de alta gama, que será introducido en el sistema de salud en el año 2021. Se encuentra en curso un ensayo clínico para evaluar la efectividad de la ozonoterapia rectal en la reducción de la carga viral en pacientes con enfermedad leve o moderada, utilizando el equipo Ozomed Plus desarrollado y producido por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC).[/box]

Artículo completo disponible en: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/906/894

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