Aportes y gestos que también merecen aplausos (+ Fotos)

“Cada semana vendremos”, ese fue el pacto que hicieron un grupo de campesinos miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) de Camagüey con los trabajadores de los centros que atienden a los pacientes aquejados con la Covid-19. Nadie los obligó, fue una tarea de conciencia, una de esas ideas que, cuando alguien la suelta, se cumplen como la misión más importante del mundo.

“Los campesinos somos muy desprendidos, es un gesto solidario”, esboza Hayda Díaz Figueredo, presidenta provincial de la Anap, como justificación. Lo cierto es que la organización hizo un llamado, pero todos los asociados le secundaron; y ahora cada semana, un día fijo, camiones cargados de viandas, frutas, cárnicos…, partes de las producciones de estos hombres de tierra, entran a los centros que están en zona roja para ayudar con la alimentación.

Teresa Toledo Agramonte, representante de la asociación campesina en el municipio camagüeyano de Vertientes, considera que es “una situación compleja que se sortea más fácil si todos ayudamos”. Razón que guió a sus más de tres mil 600 campesinos, a dar un poco de lo que tienen “porque esto es lo que necesita el país ahora”.

Esta vez le tocó el turno al hospital militar Octavio de la Concepción y la Pedraja en la ciudad de Camagüey. El claxon de los camiones los anunciaba. Un grupo de trabajadores del centro médico los esperaba, ya sabían que les donarían comida. Pero nunca pensaron que sería tanto, ni tan variado.

“Desde que comenzó esta lucha varias personas, de manera solidaria, llegan hasta aquí a donar lo que tengan. Ahora se han unido más campesinos y eso lo agradecemos porque nos permite lograr una variabilidad en la alimentación, algo muy útil para los pacientes y para los trabajadores que permanecemos aquí. Eso nos ayuda y por eso los aplaudimos”, aseveró la Mayor Yusleidys Laurencio Batista, vicedirectora administrativa del hospital.

Para el Teniente Coronel  Taurino Simón Cruz Padilla, director de la institución, el desinterés con que lo hacen es lo más valioso. “Ese deseo que muestran muchas personas hay que reconocerlo porque también están ayudando contra el coronavirus. Unos aportan sus conocimientos, otros limpian, otros transportan medicinas y otros, que son muy necesarios, dan la comida”.