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La salud, el mejor pago por cada puntada (+ Fotos)

Solo 32 años de edad y unos cinco de experiencia en una máquina de coser de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Textil 114, en Artemisa, tiene Ángela Luisa Griñón, y va a la vanguardia entre unas 40 costureras,  al confeccionar 120 nasobucos diarios de una norma de 63 en ocho horas laborales.

 

La joven Ángela reconoce que se ha ido adiestrando en la marcha, y ya logra unos 120 nasobucos diarios. Foto: Yudaisis Moreno.

 

“En solo unos minutos nos adiestramos y comenzamos desde el 6 de marzo esta importante tarea a favor de preservar la salud humana”, nos dice, mientras, asegura que ha venido hasta de noche a trabajar  para estar más concentrada, pues sigue  los pasos de su mamá Milagro Martínez, también trabajadora de este centro, perteneciente a Confecciones Ariguanabo.

Desde los trabajadores administrativos, las oficinistas, hasta las auxiliares de limpieza se han unido a las costureras para apoyar. Foto: Yudaisis Moreno.

“Estábamos en nuestra misión de coser uniformes de campaña para soldados, cuando se nos convocó este encargo, y rápidamente todos nos incorporamos tras recibir el tejido. Lo tendimos, lo trazamos, lo cortamos, lo cosimos, eliminamos los hilos de más, revisamos la calidad y empacamos en tiempo record los 18 mil nosobucos pactados, que entregamos al Ministerio de Salud Pública, explica  Anabel Torres Pérez, administradora de la entidad.

“Al otro día de cumplir volvimos a la ropa verde olivo de campaña, pero se nos convocó nuevamente, y aquí estamos, junto a la UEB 115 ubicada en Guanajay, en la confección de 12 mil nasobucos  más entre las dos  unidades, para apoyar a Pinar del Río, amplía la administradora, quien al momento de nuestro intercambio, cortaba hilo como una más, y revisaba la calidad de cada prenda.

“Hemos extendido el horario, incorporado el sábado a la rutina productiva, y buscado alternativas como que  se lleven a casa parte de la producción y la traigan hecha o adelantada al día siguiente, muchas veces hasta el resto de la familia se suma en el hogar”, reconoce Anabel.

 

Horas extras, y otras alternativas ante la premisa de cumplir. Foto: Yudaisis Moreno.

Ellas saben que no es una producción que les depara mayor salario; pues cada pieza tiene un valor precio de venta de 2.98 CUP, en cambio las camisas llegaban a 40 pesos, no obstante sienten la satisfacción de saberse útiles en momentos tan difíciles para el mundo. Ayudar a preveni el COVID 19, dentro y fuera de Cuba, es el mejor pago por cada puntada.

 

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