Icono del sitio Trabajadores

La Polémica: Cuba en Lima, ¿lejos o cerca del segundo lugar?

Ilustración: Yoan Manuel Figueredo

Cuando quedan apenas cinco meses para el reto más importante del deporte cubano este año: los Juegos Panamericanos de Lima, le proponemos tres miradas sobre cuán distante estamos o no de retomar el segundo puesto histórico que perdimos en Toronto 2015. De propósitos, de sueños y de una realidad marcada por muchas variables comentan tres colegas, a los cuales puede sumar su opinión mediante nuestro correo electrónico

• Tormenta en el horizonte

• Lo que un día fue… ¿será?

• ¿En Lima? Más que en Toronto

 


Tormenta en el horizonte

Por Daniel Martínez

Sabemos que a veces deporte y polémica no suelen hacer buenas migas. Incluso en nuestro país, donde la pasión es capaz de cegar en ocasiones la lucidez más contundente. Les propongo una tesis que no es sencilla ni cómoda, pero seria y atornillada a la realidad.

La estatura competitiva del deporte cubano ha cedido varios centímetros, por eso afirmo que en los venideros Juegos Panamericanos de Lima 2019 no se podrá domar el segundo escaño en la tabla de medallas.

Hay competiciones que no se descubren sin determinados nombres. Las citas centrocaribeñas y continentales tienen grabado a fuego y valentía el dictado de Cuba, que desafortunadamente, y no obstante su libreto pasional y esforzado, ha sido un saco de incógnitas y contrariedad en las justas regionales de los últimos cuatro años (Toronto 2015 y Barranquilla 2018).

Acostumbrado en el pasado a castigar a sus rivales, un puñado de diversos factores ha frenado la progresión de algunas armas del movimiento atlético en la década que casi llega a su fin. Es cierto que el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos continúa siendo un incómodo adversario que frena y lastima. Como es justo reconocer que ciertas luces iluminaron con brevedad el camino (se triunfó en la lid del área: Veracruz 2014 y en el certamen olímpico de Río 2016 se cumplió con la meta de quedar entre los 20 primeros al finalizar en el escaño 18).

Aun así el retroceso es inquieto huésped. En la actualidad el deporte cubano impulsa proyectos, varios de estos científicos, que deben robustecer las costuras de su armadura. Estos bríos por el momento no parecen suficientes para garantizar el blindaje que consienta alcanzar la meta histórica. Además, se necesita tiempo de maduración y transformaciones internas.

El panorama se complica más con la incuestionable superación de los adversarios, quienes manejan elevados presupuestos y no solo modernizan y multiplican sus estructuras, sino también elevan la calidad profesional de sus técnicos y atletas.

En suelo peruano nuestro himno debe sonar al ritmo de la lucha, boxeo y judo, aunque la esgrima, canotaje, gimnasia artística, remo, pesas, tiro, ciclismo y atletismo podrían protagonizar varias mordidas de entusiasmo.

El movimiento deportivo y su afición lo comparten casi todo: triunfos, caídas, sueños e interrogantes. Estas últimas se amplían y por el momento dejan un mensaje categórico. En Lima 2019 se precisará de un verdadero ejercicio espartano para alcanzar la lejana orilla del histórico segundo puesto. Definitivamente y aunque resulte difícil de digerir, otra vez se anuncian tormentas espirituales en el horizonte.


Lo que un día fue… ¿será?

Jorge Luis Coll Untoria, estudiante de Periodismo

Hace cuatro años Cuba perdió el segundo lugar de los Juegos Panamericanos en la edición de Toronto, evento en el cual la delegación terminó en la cuarta posición del medallero, detrás de Estados Unidos, Canadá y Brasil. En aquel instante no fuimos conscientes de la actualidad que vivía el deporte cubano y muchos tomaron el resultado a la ligera.

Meses atrás, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018 dieron un golpe en la mesa que hizo despertar hasta a los más conservadores. Nuestro movimiento deportivo ha perdido espacio a nivel internacional y la próxima cita continental en Lima 2019 será el escenario que nos dirá cuál es la posición actual en el contexto de América.

Pronósticos alentadores hablan de una real posibilidad de recuperar el segundo lugar cedido en Canadá; sin embargo, la realidad demuestra que en las últimas tres citas continentales Cuba ha ido disminuyendo en la cosecha de títulos: Río de Janeiro 2007-59 oros, Guadalajara 2011-58 y en Toronto hubo un marcado descenso, con solo 36 preseas doradas y casi 40 medallas menos en total con respecto a los juegos anteriores.

En la capital peruana se competirá en 39 deportes y Cuba —por no practicar algunos y por agotar las posibilidades de clasificar en otros— no concursará en 17. Si a esto se le añade que es muy probable asistir con una delegación menor a la de la lid canadiense, la tarea de rescatar el segundo escaño parece difícil. Además, las comitivas de Brasil y México ya saben lo que es pasar por encima de Cuba en juegos múltiples y de seguro pelearán fuerte para mantener ese resultado.

El próximo verano será una especie de prueba de fuego para el movimiento deportivo cubano. Y parecen enfilar dos opciones: la de retornar al segundo puesto o, en el mejor de los casos, anclar en el tercer lugar.

Si cuando se cierren las cortinas en la tierra de los incas prevalece esta última opción, tal vez sea el momento de despertar y hacer frente a una nueva realidad: hemos perdido espacio en un escenario donde no valen la historia, las justificaciones y mucho menos las palabrerías o consignas convertidas en frases hechas que nada aportan y, por el contrario, presionan a los atletas. Significaría verdaderamente aceptar el presente y trabajar para volver a ascender a los lugares que hacían al pueblo cubano sentirse orgulloso de su movimiento deportivo.


¿En Lima? Más que en Toronto

Por Roberto Ramírez

Detrás quedaron los tiempos en que pronosticar la ubicación de Cuba en Juegos Panamericanos apenas demandaba esfuerzos.

Contrario a lo sucedido durante años, el deporte recibió importantes asignaciones económicas en varios “gigantes” del continente, y el panorama cambió radicalmente.

Tales “inyecciones” se tradujeron en infraestructura, implementos, tecnología y mayor respuesta a las crecientes demandas de fogueo, al tiempo que acrecentaron la importación de atletas, entrenadores y estrategas como otra vía de “fortalecimiento”.

En medio de esa realidad, y precisada a optimizar los recursos disponibles, la isla abandonó su habitual segundo escaño en la edición de Toronto 2015, donde 36 coronas la situaron cuarta, antecedida por Estados Unidos (103), Canadá (78) y Brasil (41).

La cita tuvo matices especiales, porque sus anfitriones sacaron el máximo a esa condición y los brasileños la asumieron en pleno tránsito hacia los Juegos Olímpicos, celebrados en la temporada siguiente en Río de Janeiro, pero aun así dejó una señal de reacomodo en favor de las potencias.

De ahí que parezca ajustado el propósito hecho público por el Inder rumbo a la versión de Lima, enfocado en mejorar la colección dorada de entonces, porque más allá de la posición que genere, será un claro parámetro para evaluar el crecimiento concebido.

Y quede claro que se trata de una aspiración exigente, conocido que el reparto de cupos olímpicos en 25 disciplinas elevará el rigor imperante en la capital peruana, donde se disputarán 416 pruebas y la delegación cubana no tendrá presencia en 116 de estas.

De nuevo deportes como boxeo, lucha, atletismo, judo y taekwondo serán pilares en una vanguardia igualmente llamada a recibir la gimnasia artística, el tiro, el remo y el canotaje.

Pero ninguno queda exento del compromiso, y eso bien lo saben beisbolistas, badmintonistas, ciclistas y pelotaris, por solo añadir otros ejemplos.

La llamada ruta crítica está bien definida. “Damos riguroso seguimiento a todos los componentes de la puesta en forma, con análisis personalizados en relación con los atletas más responsabilizados”, ha dicho el titular del Inder, Doctor en Ciencias Antonio Becali Garrido, y ese es el ambiente imperante.

Hasta ahora son 337 las plazas acuñadas, y febrero trae otro segmento clasificatorio que se extenderá hasta junio y debe dejar 125 más, sumadas las que emergen de lides eliminatorias, rankings, marcas mínimas y otras fórmulas de acceso a estas.

Departir con los colectivos técnicos deviene comprobación del peso asignado al control médico, las respuestas a las cargas y otros detalles, y escuchar a quienes pretenden bañarse en oro aporta razones para pensar en positivo sobre una delegación totalmente “hecha en Cuba”.

Compartir...
Salir de la versión móvil