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“Aquí estamos, porque somos revolucionarios y nuestro lado es donde está el deber”

A pesar de que el presidente brasileño comunicó que daría más salario y ofreció asilo político, nosotros estamos aquí todos, íntegra la brigada a cumplir nuestra misión que es ahora dentro de nuestro Guantánamo, fueron las palabas que arrojó su emoción mientras abrazaba al hijo pequeño y era interpelada por el resto de los galenos para hablar en nombre de ellos durante el acto de bienvenida organizado por las autoridades de Salud Pública en el territorio.

Foto: Adriana Rojas Preval

Nuestra experiencia en Brasil fue maravillosa,  por la aceptación popular que fue muy buena, a pesar de que el colegio médico no nos aceptó desde el principio ni lo hace hasta hoy. Y hay que decir que el pueblo está sintiendo ya desde que salió Bolsonaro la falta que le haría el médico cubano: cariñoso, afable, gentil, que ayuda, que te saluda en cualquier lugar, que te examina, que te toca, porque esa es la diferencia que el pueblo notó.

Particularmente laboré en Brasilen la ciudad de Sao Tomé donde atendíamos a una población de tres mil habitantes y pudimos sanar enfermedades diversas, picaduras de disímiles insectos, además de la hipertensión, diabetes, que contrastaban con una notable desatención médica. De ahí que la población nos manifestara que éramos distintos hasta en la manera de sentarnos para la consulta: porque allá el médico se sienta de un lado del buró y el paciente del otro lado, mientras el cubano ponía su silla a un lado de la mesa y el paciente de frente, muy cerquita, para poder palparlo y examinarlo mejor. Fue esa postura y esa manera del médico cubano de interactuar la que originó aquella cosa bonita que hizo que el nos adoraran, porque además de tocarlos, le preguntábamos cómo se sentía, o cómo estaba la familia y en la calle nos podían decir “Doctora” algo que era insólito para los médicos de allá porque si le llamas así no te miran. Y eso es lo que también nos hizo sentir a gusto: estar entre personas muy carentes de atención y de afecto, llevando cariño, amor, salud a manos llenas…

Tengo la satisfacción de haber contribuido a mejorar los indicadores en el área donde me encontraba. Después que llegamos los cubanos no tuvimos muerte materna, ni infantil y pasamos el curso de especialización en Atención Básica de la Familia, con el cual teníamos un proyecto de tesis cuya finalidad era disminuir en el caso de mi área la cantidad de hipertensos. Gracias a la educación permanente y actividades de prevención y promoción como estamos acostumbrados a hacer desde Cuba, pudimos lograrlo.

Después de la Declaración del Ministerio de Salud Pública, donde Cuba anuncia su salida de dicho programa, debido a las amenazas del recién electo presidente de Brasil recibimos muchos lamentos, personas hasta llorando porque no iban a tener más a un cubano y nos expresaban “qué va a hacer de nosotros.”  Ratificamos el respaldo unánime a la Patria: aquí estamos, porque somos revolucionarios y nuestro lado es donde está el deber.

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