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Adiós a la gloria

Por Fabio M. Quintero, estudiante de Periodismo

Las generaciones doradas no son eternas. Tienen un tope en el tiempo. Un límite que suele alargarse por sus glorias pasadas. Los hinchas las amaron en la cúspide y vibraron con sus triunfos. Pero luego no las perdonan en sus fracasos y deshonras. La llama prendida por este grupo de jugadores se resiste a morir con el paso de los torneos.

Rusia 2018 ha sido el último mundial para un grupo de jugadores que han dejado una huella con sus selecciones nacionales. Previo a la cita del orbe con la no clasificación de Holanda, Robin van Persie, Wesley Sneijder y Arjen Robben, sobrevivientes de la final de Sudáfrica 2010, quedaron a las puertas de la Copa.

Ya en el Mundial, Alemania, vigente campeona, no quiso ser menos que sus antecesoras y cayó en la maldición de los ganadores: eliminación en fase de grupos, tal y como ha sucedido con cuatro de los últimos cinco monarcas. Primera vez en la historia teutona. Mesut Özil, Jérôme Boateng y Manuel Neuer, artífices de la gloria en tierras sudamericanas, dijeron adiós a la posibilidad de otro triunfo en estas citas.

Asimismo, la albiceleste sufrió también el ocaso de una etapa. El equipo de Lionel Messi, oro en los Juegos Olímpicos Beijing 2008 y subtitulares de Brasil 2014, se despidió en octavos contra Francia. La garra de Javier Mascherano, los fallos de Gonzalo Higuaín, los pases de Ever Banega y las galopadas de Ángel Di María parecen haber terminado para siempre en el verde de Kazán.

Por otra parte, la España de una estrella, la que jugó como siempre y ganó como nunca, tuvo en la escuadra anfitriona y en especial el cancerbero Igor Akinfeev, verdaderos sepultureros para una Furia Roja sin empuje y sed de triunfo. Despedida amarga para hombres del calibre de Sergio Ramos, Andrés Iniesta, Gérard Piqué, Sergio Busquets y David Silva.

Otras generaciones aún en deuda con sus seguidores pudieran dar el salto definitivo en Rusia. Los Diablos Rojos de Bélgica       tienen quizás uno de los combinados más completos. La magia de Eden Hazard y Kevin De Bruyne, la efectividad de Romelu Lukaku y la sobriedad de Vincent Kompany y Jan Vertonghen hacen soñar a una afición que no se conformó con la eliminación en cuartos de la pasada edición. Si bien su camino es espinoso (deben chocar contra Brasil por el pase a semifinal), los dirigidos por Bob Martínez tienen todas las condiciones para ser la próxima generación dorada de las Copas del Mundo.

Curiosidades de los octavos de final

Empezó otro Mundial de Fútbol. La fase de muerte súbita ha comenzado con partidos intensos y llenos de datos interesantes.  En la victoria de Francia sobre Argentina, Kylian Mbappé se convirtió en el cuarto jugador más joven en marcar en fase de eliminación directa.

Lionel Messi y Cristiano Ronaldo quedaron eliminados en la misma jornada. Con la derrota de la albiceleste y los lusos se completó la despedida de los finalistas de la pasada edición y de los campeones de todas las confederaciones regionales: Alemania, Argentina, Portugal y Australia. Mientras Uruguay resultó el último equipo en recibir gol en Rusia 2018, pues la puerta de Fernando Muslera estuvo imbatida en la etapa inicial.

En los choques Rusia-España (5-4) y Croacia- Dinamarca (4-3) ocurrieron los primeros tiempos extras y tandas de penaltis. El país anfitrión hizo valer su sede y clasificó entre los ochos mejores por vez primera en su historia A excepción de Sudáfrica en el 2010, la escuadra anfitriona ha llegado como mínimo a semifinales desde 1998.

Además, los rusos protagonizaron un hecho insólito al ser la primera selección que realiza cuatro cambios en un partido de la Copa del Mundo. Antes, como Unión Soviética contra México en 1970 concretaron la primera sustitución en la historia de estas lides.

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