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Este 18 de junio se recuerda y honra a quien es nombre de obligada mención a la hora del recuento histórico de la Mayor de las Antillas: Vilma Lucila Espín Guillois.
Por eso, en nombre de toda Cuba pobladores del santiaguero municipio de Segundo Frente rinden sentido homenaje a quien fuera luchadora clandestina, guerrillera en la Sierra Maestra, fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), gestora junto a Fidel Castro de la creación de los círculos infantiles, y defensora a capa y espada de los derechos de la mujer dentro y fuera de su país.
En acción de tributo, y como es habitual en cada aniversario de su desaparición física, se peregrina hasta la tumba monolito que guarda sus restos, en el mausoleo del Segundo Frente, donde no faltan flores y pensamientos que evocan su extraordinario legado revolucionario, fraguado desde muy joven en su natal Santiago de Cuba.
Es justamente en esta provincia del suroriente cubano donde también se ubica el Memorial Vilma Espín, situado en una vetusta casona colonial del centro de la ciudad santiaguera en la cual viviera la Heroína de la República de Cuba desde los nueve años y hasta el triunfo de la Revolución.
Igualmente en ese sitio, y desde inicios del mes de junio, la evocación a la eterna presidente de la FMC ha sido recurrente, fomentando en niños, adolescentes, jóvenes, colectivos laborales, combatientes de las FAR y el MININT, y población en general, el mayor conocimiento de la notable huella de trabajo y patriotismo dejada por esa mujer imperecedera.
