Los protagonistas de este Primero de Mayo tienen muy presentes los conceptos expresados por Fidel y Raúl en el Congreso.
No hay dudas de que en los desfiles de este Día Internacional de los Trabajadores están presentes las ideas del VIII Congreso del Partido. Las palabras de Fidel con su sabiduría enriquecida por su próximo 90 cumpleaños, resultan inspiradoras: “Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible”
Los protagonistas de la celebración de este Primero de Mayo están convencidos de que, como expresó Raúl, la actualización de nuestro modelo económico y el propósito de alcanzar un socialismo próspero y sostenible, además de irreversible en Cuba, preservará los principios de justicia e igualdad que han servido de base a la Revolución.
Cuando el Comandante en Jefe, en la histórica concentración del 16 de abril de 1961, hace 55 años, declaró que esta era la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, definición retomada en el Congreso por el General de Ejército, dejó sentado un principio que este resaltó en la clausura del cónclave, que aquí esa Revolución “ jamás encontrará solución a sus problemas de espaldas al pueblo, ni con la restauración del capitalismo, que conllevaría a la aplicación de terapias de choque a las capas de la población con menos recursos y destruiría la unidad y la confianza de la mayoría de nuestros ciudadanos en torno a la Revolución y al Partido. En Cuba, reitero una vez más, nadie quedará desamparado”
Por eso los cubanos y cubanas confían en su dirección revolucionaria, en la guía de su Partido, único como lo fue el forjado por José Martí, porque fue concebido para defender y consolidar la unidad como la fuerza más poderosa para avanzar hacia los propósitos que nos hemos trazado.
Y en las mentes y corazones de los patriotas de estos tiempos están esas ideas, que son sus ideas, las misiones principales del Partido, que son igualmente sus misiones: el desarrollo de la economía nacional, la lucha por la paz, la unidad y la firmeza ideológica, esta última esencial para vencer otra guerra que se nos impone hoy, no menos peligrosa para nuestra subsistencia como nación que la guerra convencional: la que se libra en el campo de las ideas.
El VII Congreso por tanto está presente hoy en los desfiles y seguirá en el pensamiento y la acción del pueblo que pronto debatirá sus principales planteamientos, porque aquí no hay recetas impuestas, en Cuba, se gobierna con las masas.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …