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Baloncesto cubano: contratos y futuro

Jasiel Rivero, jugador más valioso de la pasada Liga Superior en Cuba, es ahora la estrella del Club Atlético Tabaré, de Montevideo.
Jasiel Rivero, jugador más valioso de la pasada Liga Superior en Cuba, es ahora la estrella del Club Atlético Tabaré, de Montevideo.

El proceso de contrataciones de deportistas cubanos ha tenido finalmente una explosión en el segundo semestre de este 2015. Además del béisbol, ahora se incluyen el voleibol, polo acuático, balonmano, lucha y baloncesto, este último con cinco jugadores ya firmados por clubes extranjeros.

Las primeras noticias de posibles acuerdos con equipos de básquet latinoamericanos llegaron en meses anteriores, pero no se concretaron las negociaciones hasta agosto del presente año cuando Jasiel Rivero y William Granda marcharon al Club Atlético Tabaré (Uruguay), Javier Justiz y Yoan Luis Haití ficharon en Argentina, y Orestes Torres recaló en el salvadoreño Club Denver.

Según reconoció José Ramírez, comisionado nacional de baloncesto, las posibilidades de desarrollo son amplias y los atletas gozan del respaldo legal de la Federación Cubana, encargada de conseguir la seguridad contractual con los clubes que solicitan los servicios de nuestros baloncestistas.

Los deportistas se han mostrado complacidos con la oportunidad. Torres asegura que se trata de “ampliar tus recursos, tanto a la defensa como la ofensiva, y eso ayuda mucho a nuestro rendimiento y mejora el repertorio. Les pasará lo mismo a los demás y a la hora de unirnos en el equipo nacional seguro se verá el resultado”.

Con respecto a las diferencias halladas en el nuevo escenario, comenta que son más visibles “la forma de preparación, las condiciones y la dedicación. Hay muchos jugadores cubanos que pueden vivir esta experiencia, aunque no es fácil”.

Mientras, Rivero —en su debut marcó 26 cartones y capturó 11 rebotes— confirmó que jugar fuera de Cuba es el primer paso para empeños mayores, pues el joven habanero sueña con medirse al más alto nivel del baloncesto: “en Europa, incluso en la NBA”.

La parte ¿oscura? del contrato

William Granda (izquierda) y Rivero (derecha) fueron los refuerzos escogidos por el Club Atlético Tabaré para este 2015.

Si bien la inserción de los jugadores es beneficiosa y redundará siempre en el aumento de su rendimiento, también son lógicas algunas dudas relacionadas directamente con la subsistencia de nuestros torneos domésticos y las convocatorias al equipo nacional.

La ausencia de varios hombres claves en las principales nóminas de Cuba ha levantado un velo de incertidumbre sobre el destino de dichos elencos. Según comenta Rainel Panfet, director de los Capitalinos, “es evidente que la falta de dos jugadores regulares siempre se nota, pero tampoco es algo que preocupe demasiado. Ahora toca trabajar con los muchachos más jóvenes. Además, siempre podremos contar con ellos en los play off”.

En cuanto a la estabilidad de los dos eventos del baloncesto en Cuba —Torneo de Ascenso (TNA) y Liga Superior (LSB)—, Ramírez explicó que, por el momento, la cifra de jugadores es baja y mientras se mantenga así, “no podemos pensar en cambiar una liga que desarrolla 140 atletas durante seis meses del año. Además, la ausencia de figuras importantes permitirá que otras ocupen sus puestos y responsabilidades”.

En realidad, no son todos los certámenes que chocan con el calendario de la LSB. Por ejemplo, Rivero y Granda estarán de regreso en enero y podrían incorporarse con sus elencos.

En el caso de los equipos nacionales sí habrá variaciones, sobre todo en la manera de planificar y ejecutar las convocatorias y entrenamientos. Ramírez asegura que “nos acostumbramos a tener un mayor tiempo de concentración para nuestras selecciones y eso nos hacía llegar a las competencias en buena condición física, pero nos desfavorecía en cuanto a la condición competitiva”.

Ahora las condiciones serán otras. Con poco tiempo para reunir toda la nómina, los técnicos cubanos enfrentarán el reto de poner en estado óptimo a un grupo de atletas que no se verán constantemente sobre las canchas. Por ello, lo ideal sería que “nuestros entrenadores también pudiesen incluirse en este sistema de ligas y ganaran experiencia”, sentencia el comisionado nacional.

Triple al futuro

Mucho se habló de la posibilidad real de que los basquetbolistas cubanos consiguieran ganar espacios en ligas extranjeras. De hecho, por momentos, muchos creyeron que los mejores tiempos de la disciplina en la isla habían quedado irremediablemente en el pasado siglo.

Sin embargo, en los últimos cuatro años —esencialmente— y mucho antes de concretarse los contratos a través de la Federación Cubana, algunos jugadores emprendieron por su cuenta el camino por diferentes ligas continentales, lo cual avizoraba la calidad de algunos de los nuestros para ingresar a esas lides.

Además de los cinco varones que cumplen ya con su contrato, Ramírez confirmó que existe interés en otros jóvenes y también en la rama femenina. “Entre las mujeres, alrededor de seis o siete podrán estar ubicadas en diferentes ligas. Tenemos convenios con Argentina y Chile para insertarlas en pequeños torneos de dos meses de duración, pero aún está por confirmarse. Además, hay intenciones expresas por equipos de Brasil y España”.

“Se debería extender a la juventud que empieza un ciclo nuevo y debe conformarse una selección que no cometa los errores de la actual. Debemos cambiar muchas cosas y una de ellas es los sistemas ofensivos llevamos mucho tiempo haciendo lo mismo y ya todos saben lo que hacemos. Hay que enfrentar contrarios distintos para mejorar y prepararnos bien. Todo resultado nace de una buena preparación”.

En esencia, la puerta se ha abierto y los basquetbolistas cubanos, al menos los de mejores condiciones, comienzan a andar en el mundo de las ligas continentales. A la luz de tales acontecimientos, el futuro de este proyecto solo dependerá del talento de los nuestros.

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