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Reineris adornó la Sala

Reineris Sala.
Reineris Sala.

Mississauga, Toronto.- La lucha libre volvió a hacer la cruz dorada para Cuba, en los XVII Juegos Deportivos Panamericanos, cuando la noche de este sábado Reineris Sala se adueñó de la corona de los 86 kg, mostrando habilidades y madurez a borbotones.

Razones diversas de la vida le llevaron a debutar ahora en estas lides, y lo hizo a lo grande, con tres victorias inobjetables sobre el ruso nacionalizado canadiense Tamerlan Tagziev (7-4); el peruano Pool Ambrocio (7-1) y el estadounidense Jake Herbert (12-7).

El pleito final no fue un «paseo por el Prado», como decimos en la isla, pues su rival logró algunas acciones de calidad y amenazó en otras, mas las dotes de «gimnasta» del cubano volvieron a florecer para escapar de claras situaciones de riesgo y contraatacar.

«Otra competencia buena, con rivales de mucha consideración como el canadiense, quien tiene bastante nivel. En las eliminatorias traté de estar tranquilo para luchar esta final en gran forma, pues Herbert es un oponente de mucha calidad, recuerden que fue subcampeón mundial en el 2009», opinó Sala apenas bajado del colchón y con una satisfacción apreciable en el rostro.

«Es cierto que hubo algunos momentos de riesgo en la pelea final, pero a mi juicio es normal, es un rival de nivel, quiere ganar y yo también. Además, hay acciones que deben hacerse para sacar la ventaja», consideró el doble subcampeón universal, en 2013 y 2014.

Tagziev y el boricua Jaime Espinal se llevaron los metales bronceados de esta categoría.

En cuanto a la lidia de los 74 kg, Liván López tuvo el peor inicio posible, nada más y nada menos que frente al extraclase estadounidense Jordan Burroughs, monarca olímpico de Londres 2012 y dos veces rey universal.

El combate fue un paseo para el norteño (13-3), quien aprovechó no sólo sus formidables habilidades, sino también la mala tarde que vivió el cubano, un poco lento y falto de explosividad.

«Tuve algunas imprecisiones frente a mi primer rival y las pagué con la derrota. Ante él no se pueden cometer errores porque sabe muy bien lo que hace y no da margen. Ya en el bronce traté de liquidar lo más pronto posible para que no se complicara el combate», indicó el líder continental de hace cuatro años en los 66 kg, y bronce olímpico de Londres 2012 en el mismo peso.

Su triunfo en la disputa del tercer lugar fue demoledor ante el local Jevon Balfour (10-0), en duelo que no llegó al tercer minuto del período inicial.

«En todas las divisiones hay excepcionales luchadores, aquí es el estadounidense, en las demás hay otros competidores. El cambio de división de 66 a 74 kg me ha afectado bastante y lleva tiempo adaptarse, pero les prometo que llegará el momento de derrotar a Burroughs, no demorará mucho», sentenció el pinareño.

Por supuesto que el representante estadounidense se llevó la corona en este peso, dejando al ecuatoriano Joan Blanco en plata.

Andrés Ramos (125 kg) aportó la tercera medalla cubana en esta fecha, al vencer por bronce al nicaraguense René Silva (10-0). En su camino venció al venezolano Vivenes (6-4) y más tarde cayó 2-0 ante Zach Rey (EUA), a la postre monarca de la categoría. La plata quedó en casa de los anfitriones, gracias a Korey Jarvis.

La otra división con acción este sábado fue la de los 97 kg, en la cual el cubano Javier Cortina tuvo una efímera participación, pues en su primera salida cayó 4-7 contra el venezolano José Díaz.

El podio de este peso fue encabezado por Kyle Snyder (USA), quien dejó en plata a Arjun Gill (CAN) y en bronce a José Díaz (VEN) y Jesse Ruiz (MEX).

Estados Unidos ganó el evento globalmente, con terna de 8-3-4, seguido por Cuba (4-3-6) y Canadá (3-3-2).

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