Varias obras de restauración fueron realizadas en Moscú con vistas a festejar el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo. Sobresalen las labores en la Torre Spasskaya de la Plaza Roja que este sábado lució en todo su esplendor pues se le devolvió el lustre a sus muros de ladrillos rojos, a los elementos decorativos de los niveles superiores, incluido el famoso reloj (siglo XVIII) cuyas cifras y manijas han sido cubiertas con un conservante especial que protegerá, al menos durante 25 años, la capa de pan de oro original. Las viejas bombillas lumínicas fueron reemplazadas por un moderno sistema de lámparas halógenas.
La Torre Spasskaya es la más conocida de cuantas rodean los muros del Kremlin. Fue erigida en el año 1491 a partir del diseño del arquitecto italiano Pietro Antonio Solari.
El nombre de Spasskaya viene del icono de Cristo Salvador colocado encima del portón de la torre, y que fue retirado en 1917. La torre está coronada por una estrella que inicialmente estaba tallada con piedras semipreciosas, pero en 1937 fue sustituida por otra de vidrio de rubí (o vidrio rubino oro), material conocido por su particular color rojo.
La Plaza Roja de Moscú es el lugar tradicional para los desfiles militares desde la época de Pedro el Grande. Tiene unos 25.000 metros cuadrados de extensión y en ella encuentra el kilómetro cero o punto de referencia de todas las carreteras de Rusia, señalizado con un monumento frente de la Puerta de la Resurrección.
El majestuoso desfile militar de la Plaza Roja de Moscú rememora el que tuvo lugar en 1941 cuyo objetivo fue levantar la moral de los soldados que entonces ya estaban en combate.
La tradición se revivió en 1965 y se mantuvo hasta 1990, recesó hasta 1995 y desde entonces se organiza anualmente, reincorporando en el 2005, el paseo de técnica militar, devenido en plato fuerte de la conmemoración por el efecto disuasorio que podría tener entre los que aspiran a la unipolaridad mundial