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Un inusual ajetreo viven por estos días los cinco miembros de la comisión electoral de circunscripción # 86 del Consejo Popular Altamira, del Distrito Antonio Maceo, en el municipio cabecera de la provincia de Santiago de Cuba.
Lo mismo a pleno sol que en horas nocturnas suben y bajan lomas, desandan por zonas densamente pobladas y por otras de la periferia de la ciudad donde las casas se ubican más espaciadamente, en cada cuadra verifican los datos para el registro de electores, alistan la propaganda, reciben capacitación, y más.
“La labor es compleja, comenta Marisela Larduet, la presidenta, porque esta comisión se constituyó integrándose a la que existía en años anteriores por lo que ha crecido considerablemente, ahora abarcamos cinco zonas de los CDR, una amplia extensión territorial y una elevada población, eso nos reta a ser más dedicados a esta tarea tan especial a la que nos sumamos voluntariamente sin detenernos a pensar que cuatro de nosotros somos trabajadores estatales, yo, por ejemplo, laboro en el mataderos de aves.
“Pero bueno, siempre se puede más, para un mejor desempeño algunos estamos liberados, con un apoyo total de la administración; otros no, a esos les toca poner el extra, una dosis de entrega por encima de lo habitual para cumplir bien con el puesto de trabajo y con el apoyo a las elecciones”.
Si alguien duda de lo dicho que le pregunte a Roberto Cuello Correa, quien se desempeña como jefe de grupo de GPS en la santiaguera fábrica de pastas y caramelos.
“Ya son varios años en estos trajines, precisa, desde la década del 90 doy mi aporte a la elecciones y nunca ha sido un impedimento mi vínculo laboral, siempre encuentro el respaldo de la dirección, de las organizaciones, en especial del sindicato, y de todos mis compañeros, la comprensión es total e incluso es compartido el orgullo de saber que este momento tan importante de nuestra democracia tiene un poco de mí y de mi centro”.
Martha Recasens y Ekaterine Zamora, vocales de la comisión y trabajadoras de la dirección de supervisión integral del Poder Popular, y Yamilé Binimelis, secretaria y ama de casa, comparten el mismo sentimiento, aunque con una dosis mayor para las dos últimas al ser esta su primera vez.
“Por suerte no ha faltado una capacitación intensiva, acota Ekaterine, además de que individualmente nos preparamos también, con el beneficio de estar liberada para aportar a la organización de las elecciones, tiempo que aprovecho igualmente para buscar apoyo en personas como Marisela, quien tiene mucha experiencia, además de estudiarme la Ley Electoral y cualquier documento que me pueda aportar mayor conocimiento”.
“Yo estoy muy entusiasmada con mi participación en la comisión de circunscripción, dice Yamilé, es bueno sentirse útil, activa, y me da mucha satisfacción cumplir con las tareas que me asignan.
“Establecí los vínculos con los centros en los que serán expuestas las biografías de los nominados, tengo listos los carteles con la información al pueblo y ya verifiqué las condiciones del área donde este 25 de febrero desarrollaremos la primera de las asambleas de nominación de candidatos”.
Esos ánimos presentes en la comisión de circunscripción # 86, y que sin duda se multiplican por otros muchos sitios de la geografía nacional, se tornan sello de garantía para el éxito del proceso eleccionario, ese que también lleva el aliento de los trabajadores cubanos.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.
