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Parecía posible y, por algunos instantes, pudimos acariciar la medalla de bronce del Centrobasket 2014; pero a pesar de ganar tres parciales, los cubanos tuvieron un tercer tiempo para el olvido y cedieron por segunda ocasión en el evento ante República Dominicana, ahora con pizarra de 66-75.
Así, los discípulos de Daniel Scott culminaron en la cuarta plaza del certamen definido con la victoria México sobre Puerto Rico (74-60). Esta ubicación les asegura un puesto para los venideros Juegos Centroamericanos y del Caribe (Veracruz 2014), y para el Preolímpico de las Américas 2015.
A pesar de que tales noticias eran esperadas, sobre todo si tenemos en cuenta que los máximos favoritos terminaron por adjudicarse las medallas de esta edición —México, oro; Puerto Rico, plata; y Dominicana, bronce—, la actuación de Cuba evidenció que este conjunto tiene posibilidades y talento para mucho más; aunque carecen de las horas de juego que les sobran a sus rivales del área.
Nayarit puso en evidencia las carencias y también, por qué no, el potencial de nuestros jugadores de baloncesto, jóvenes que en su mayoría precisan pulir sus armas con juegos de mayor nivel; algo que está claro no se puede conseguir si seguimos circunscritos a la maltrecha Liga Superior de Baloncesto como tope para su desarrollo deportivo.
En el choque ante los dominicanos por el tercer escaño de la competencia, Cuba dominó las acciones durante la mayor parte del partido, ganando los parciales 1(18-17), 2 (19-17) y 4 (15-10). Sin embargo, en el tercer tiempo del partido fue la peor demostración de los cubanos en todo el certamen, al ceder 14-31.
En ese cuarto, el planteamiento defensivo y ofensivo del equipo se desmoronó cual castillo de naipes, y resultó imposible para los nuestros encontrar la manera de detener los ataques de República Dominicana, o vulnerar la defensa impuesta por los jugadores de Quisqueya.
En sentido general las estadísticas ofensivas en los tiros de campo fueron muy similares entre ambos planteles, al punto que ambos marcaron 63 cartones con sus disparos desde la media y larga distancia. Pero los dominicanos fueron superiores al encestar 12 de los 17 tiros libres cobrados, mientras Cuba solo anotaba en tres de los nueve lances desde la línea de castigo.
En el plano individual Yoan Luis Haití encabezó las anotaciones y rebotes cubanos, con 12 puntos y siete recuperaciones bajo las tablas. Orestes Torres también con 12 unidades, y Osmel Oliva con 11, lo secundaría; mientras Oliva completaba siete asistencias.
El jugador más destacado del choque fue el dominicano Edward Santana: 16 puntos, 8 rebotes y 5 cortes de balón.
Una vez más, como sucedió en el 2010 ante Panamá, Cuba ve cómo un elenco al cual resultaba posible derrotar la deja fuera del podio, sitio del cual han estado alejados desde el 2000.
Mas toda la responsabilidad no debe ser cargada únicamente a los jugadores, quienes en buena medida responden a lo que se les ordena. Es evidente que la dupla conformada por Osmel Oliva y Yasser Rodríguez se torna completamente disfuncional sobre la cancha, pues allí se obstaculizan en la organización del juego. Pero ambos se mantuvieron en el tabloncillo durante más de la mitad del tercer tiempo, justo mientras República Dominicana se despachaba a placer ante un desorientado e inconexo equipo cubano.
Muchas otras causas podrían ser identificadas: pésima conducción del balón, desorientación en el juego sin pelota, falta de comunicación sobre la cancha, transiciones lentas, pasividad en la ofensiva y la defensa, horrible promedio de tiros libres… Ninguna de ellas depende del roce internacional.
Pero por el momento no vale la pena hacer leña de la Cuba caída. El equipo lució bien, incluso sorprendió con sus victorias y, salvo el tercer parcial ante Dominicana, demostró que puede convertirse en una plantilla competitiva y capaz de soñar en grande —para eso sí necesita incluir a sus atletas en otras ligas foráneas.
Por el momento, disfrutemos este cuarto puesto, que nos deja fuera por ahora de los Juegos Panamericanos del 2015, pero ya nos pone en la ruta de Veracruz y en el Preolímpico de Río de Janeiro.
Líderes individuales
Los cubanos mejor ubicados en los diferentes casilleros de este Centrobasket 2014 fueron:
Osmel Oliva: segundo en asistencias (26, 4.3 por encuentro), tercero de los anotadores (83 puntos, 13.8 de promedio), cuarto en robos de balón (12 cortes, 2.0 por partido), séptimo en rebotes (31, 5.2 por juego), y noveno en promedio de tiros libres anotados (76.5 % de efectividad, 13 en 17).
Yoan Luis Haití: segundo en rebotes (44, 7.3 por juego), noveno en tiros libres anotados (16, 2.7 por juego).
William Granda: segundo en promedio de triples (nueve anotados en 18 intentos, 50 % de efectividad) y séptimo en triples anotados (nueve, 1.5 por juego).
Javier Justiz: segundo en bloqueos (nueve tapones, 1.5 por juego).
