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Cuba gana el tope, pero quiere barrida

Cuba irá por la barrida este domingo en el estadio Capitán San Luis, de Pinar del Río. foto: Abel Padrón Padilla.
Cuba irá por la barrida este domingo en el estadio Capitán San Luis, de Pinar del Río. foto: Abel Padrón Padilla.

Con par de triunfos 2-1 y 7-3 en una jornada sabatina que comenzó a las tres de la tarde y terminó pasadas las 10 de la noche, la selección cubana comenzó a pensar seriamente en devolverle a la selección de béisbol estadounidense la barrida sufrida un año atrás, en el tope tradicional que ambos conjuntos celebran desde 1987.

A primera hora, el duelo entre Yusmel Velázquez y el visitante Carson Fulmer se decidió temprano, a pesar de la impresionante velocidad del serpentinero norteño —llegó a marcar 96 millas—, quien no pudo evitar que en el mismo capítulo inicial un boleto al Luis Yander la O, el primer hit de José Miguel Fernández al jardín derecho y un roletazo impulsador por segunda base de Yadiel Hernández.

En el cuarto inning, par de errores de la defensa en el triple de Guillermo Heredia arruinaron el buen trabajo de Fulmer y abrieron el home a la segunda carrera antillana —a la postre decisiva—, pues el descuento de los estadounidenses llegaría en el octavo frente al relevista Yasiel Sierra por un error en tiro del antesalista Luis Yander

Dentro de lo más destacado del primer cotejo estuvo el relevo largo, del quinto al octavo inning, del principiante en equipos Cuba, Yunieski García, a la postre el vencedor, con una combinación de lanzamientos lentos: curva, cambio y slider, de apenas 70 km/h, que desconcertó a la alineación estadounidense, acostumbrada a lanzadores más veloces.

El staff de pitcheo de Cuba blanqueó durante 17 entradas a la batería rival. Tal y como había vaticinado el mentor Alfonso Urquiola “la inexperiencia de ese cuerpo de lanzadores no estaba reñida con la calidad”, de ahí que el éxito 37 de Cuba en 13 topes se saboreó diferente, pues representaba al mismo tiempo la victoria parcial por novena ocasión de una formación cubana, por tres de sus adversarios de turno.

Un juego de carreraje

Diferente a los encuentros anteriores, el cuarto juego se caracterizó por una ofensiva más abundante y productiva de la batería cubana —marcaron seis veces en los dos primeros innings—, en tanto el mentor Alfonso Urquiola introdujo varios cambios en la alineación en función de que todo el equipo adquiriera responsabilidad en el partido.

El zurdo matancero Yoanni Yera tiró las serpentinas en siete largos capítulos con solo par de carreras permitidas —una de ellas por cuadrangular del zurdo Nicholas Banks—, mientras con el madero Yadiel Hernández con cuatro empujadas y Guillermo Avilés con dos llevaron la voz cantante, aunque los estadounidenses siguieron marcando el liderazgo en los batazos de largo metraje con par de jonrones en lo que va de tope.

De muy notable debe calificarse el desempeño defensivo de Raúl González, quien empezó como antesalista y defendió luego como un consagrado la inicial, tras salir del juego Avilés por lesión. En la cara contraria hay que ubicar los siete errores de los estadounidenses este sábado, algo que ni el más conocedor de béisbol hubiera vaticinado para los recientes campeones del torneo de Harleem, Holanda.

Ahora solo resta un partido entre ambas novenas y el match exhibe cuatro éxitos para los de casa, lo cual pudiera derivar en una barrida, algo que Cuba ha conseguido en par de ocasiones (1989 y 1994) al igual que ellos (1995 y 2013). Para este domingo, las opciones de lanzadores se mueven entre Norge Luis Ruiz y Yasiel Sierra por los locales y Kyle Funkhouser por la tropa norteña.

 

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