La empresa estatal socialista comienza a andar sin muletas

La empresa estatal socialista comienza a andar sin muletas

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A partir de ahora las empresas estatales podrán distribuir el salario hasta el límite de sus posibilidades económicas y financieras, y aprobarán los sistemas de pago en caso de que se encuentren en el proceso de perfeccionamiento. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
A partir de ahora las empresas estatales podrán distribuir el salario hasta el límite de sus posibilidades económicas y financieras, y aprobarán los sistemas de pago en caso de que se encuentren en el proceso de perfeccionamiento. Foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

La empresa estatal socialista, forma fundamental de gestión en el modelo económico cubano, comienza a andar sin muletas para bien de ellas, sus colectivos laborales y el desarrollo del país.

Como se ha publicado reiteradamente por estos días, la Gaceta Oficial de la República de Cuba, en su edición extraordinaria No. 21, reseña un conjunto de normativas que otorgan mayor independencia y autonomía a esas entidades, a fin de elevar su eficacia y posibilitar que logren mejores resultados integrales, a tono con los Lineamientos de la Política Económica y Social del país establecidos al respecto y fundamentalmente el número 15, el cual establece que “el Perfeccionamiento Empresarial se integrará a las políticas del modelo económico a fin de lograr empresas más eficientes y competitivas”.

Esas decisiones, anunciadas desde hace algún tiempo, resultaban necesarias para alcanzar el fortalecimiento de esa estructura esencial y despejarla de una tutoría demasiado centralizada que les impedía avanzar con pasos propios, desarrollar más las fuerzas productivas y contar con sistemas salariales vinculados directamente con los resultados.

Lo normado les permitirá a las empresas flexibilizar los objetos sociales, pues tendrán la potestad de decidir qué actividades secundarias y de apoyo desarrollar, sobre la base de sus características y perfiles, lo que les posibilitará por ende, utilizar de mejor manera todas sus potencialidades. Queda establecido, por tanto, que las entidades, una vez que cumplan su encargo estatal, podrán comercializar los excedentes al precio que establezca la relación entre la oferta y la demanda.

Por otra parte, podrán distribuir el salario hasta el límite de sus posibilidades económicas y financieras y aprobarán los sistemas de pago en caso de que se encuentren en el proceso de perfeccionamiento, tal como han reiterado los especialistas. Para las que aún no lo estén, se requerirá la aprobación de la Organización Superior de Desarrollo Empresarial. El país tiene 2 mil 472 empresas, y de ellas mil 24 perfeccionan su gestión.

Otro aspecto novedoso es que las reservas que se creen en ellas podrán emplearse para incrementar el capital de trabajo, financiar inversiones, propiciar el desarrollo y las investigaciones, amortizar créditos bancarios y favorecer la capacitación. También tendrán la facultad de distribuir utilidades entre los trabajadores como estímulo por la eficiencia lograda.

Esas son, de manera general y resumida, las principales normas legales establecidas hasta el momento, las que se complementarán con otras medidas que facilitarán aún más el desarrollo progresivo de la empresa estatal socialista, estructura sobre la cual recae y recaerá el peso fundamental de la economía cubana.

Propicio es entonces realizar algunas precisiones para poder apreciar con mayor claridad el sendero a seguir y la trascendencia de algunos factores que, aunque no son resaltados de manera tan explícita en las normativas por razones obvias, sí tienen un grado de influencia notable en la marcha de un proceso decisivo en las transformaciones económicas que afronta el país en busca del desarrollo necesario.

Aunque son varios, por razones de especio, me detendré solo en algunos. El primero es la capacitación. Preparar al personal de forma adecuada y elevar su nivel de conocimientos y de dominio de los procesos y requerimientos técnicos resulta esencial para fortalecer la gestión de cada colectivo empresarial y materializar el propósito imprescindible de elevar la eficiencia. Todo lo que se haga en ese sentido siempre será poco. Por tanto, los equipos de dirección deben darle la prioridad que se merece.

Otro aspecto cardinal es la política de cuadros. No puede aspirarse a desarrollar una empresa atribuyéndole nuevas facultades, liberándola de ataduras y propiciándole la independencia merecida si está dirigida por personas a quienes les falte preparación y dominio de los procesos y de los elementos de la economía, con poco espíritu emprendedor y hasta cierto punto arriesgado, sin extralimitarse, por supuesto. En más de una ocasión, desde esta columna he insistido en la significación que tiene darle a la inteligencia el valor que merece. No basta con tener al frente de las entidades directivos fieles, revolucionarios y disciplinados; también se requiere —y resulta muy importante— que tengan talento.

Para quienes se interesan de manera particular por los temas económicos y para los millones que miran esperanzados el futuro, las normativas puestas en vigor constituyen un alentador punto de arrancada de una carrera de fondo que tiene una estrategia bien definida.

Acerca del autor

Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.

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