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Foto: José Luis Martínez Alejo
La segunda y mayor planta que dispondrá Cuba para la producción de Fitomas-E, bioestimulante con resultados alentadores en más de una veintena de cultivos, inició este domingo las pruebas con cargas y tiene planificados para este año 2 millones 800 mil litros, algo más de la mitad de su capacidad industrial.
Esa fábrica de tecnología europea, importada por la sucursal Berotz Cuba, y valorada su inversión total en 3 millones 90 mil pesos en divisas y moneda nacional, será el principal centro de producción de la unidad empresarial de base (UEB) Ciro Redondo de derivados de la caña de azúcar, ubicada en el centro de la provincia de Ciego de Ávila.
Michel Hernández Gracia, nuevo director de la UEB, informó que la elaboración de Fitomás no solo beneficiará a la agricultura y sustituirá importaciones, sino también aportará utilidades a la entidad que en los últimos tiempos ha presentado déficit en la fabricación de levadura torula seca, debido a alto tiempo perdido fabril por roturas y otras causas.
“Para la elaboración del eficaz bioestimulante agrícola es determinante contar con suficiente torula como materia prima fundamental, por lo que nos dimos a la tarea de reparar con calidad nuestra fábrica, arrancar y estabilizar el proceso productivo, con vistas a cumplir el plan anual de 2 mil 30 toneladas, el mayor volumen planificado para un colectivo de su tipo en el país”, afirmó Michel.
La planta de Fitomas-E, diseñada para envasar de forma automática bidones de 20 litros, contará también con una máquina auxiliar de llenado manual de recipientes de 200 litros, innovación materializada en el centro para viabilizar la comercialización del producto terminado hacia las provincias centrales y orientales.
Miroslava Lorenzo García, ingeniera química y especialista de producción, explicó que el personal fue capacitado en el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA), de La Habana, donde se creó el bionutriente en una pequeña planta con capacidad para 2 millones de litros cada año, y la nuestra, argumentó, es de 4 millones.
