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Hace solo horas el ruido-ambiente en Jatibonico incorporó un sonido ya familiar y esperado: el rugido en las entrañas del Uruguay. Las fuerzas mecanizadas, encargadas de aportar el 92 por ciento de la gramínea que molerá el coloso, iniciaron el corte el pasado sábado; una antesala de la reciente arrancada como parte del comienzo de la zafra en Sancti Spíritus.
Decenas de tractores, carretas y camiones que conforman el sistema de tiro resultaron activadas para emprender la campaña azucarera en la región; sesenta máquinas cosechadoras y el ferrocarril también estuvieron dispuestos para la encomienda. Según fuentes del puesto de mando de la industria, no hubo fallos en estas primeras operaciones fabriles, pues el abasto de la gramínea se comportó con normalidad.
Mantener los acostumbrados niveles de eficiencia y elaborar la mayor parte del azúcar previsto en el territorio devienen premisas de trabajo para el colectivo del ingenio jatiboniquense; aunque este año sumaron a sus exigencias un logro adicional: alcanzar el mayor rendimiento de todos los centrales del país.
En la jornada de hoy, las fuerzas de corte manual comenzarán sus labores y completarán el calendario agrícola. Para los próximos días, se prevé que tanto la cosecha como el suministro cañero y el procesamiento industrial mantengan un ritmo favorable, pues el Uruguay tiene propuesto emplear al 73 por ciento su capacidad de molida.
Elbis González Vasallo, director de la Unidad Empresarial de Base Atención a Productores Cañeros, informó a la prensa: “Trasladaremos el 40 por ciento de la materia prima directamente al basculador con el fin de disminuir el tiempo entre el corte y la molida”.
Con la incorporación a la campaña del central Melanio Hernández de Tuinucú en enero próximo se solidificará la producción azucarera en la provincia. Por lo pronto, uno de los colosos más reconocidos en Cuba ya emprendió el dulce camino, travesía que desde hace una década no arrancaba en el mes de diciembre.
