Ocho… ¡y contando!

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Yoan Luis Haití
Foto: Calixto N. Llanes

Queridos amigos reunidos ante estas líneas, hagamos un minuto de luctuoso silencio por el inerme cuerpo de Capitalinos, y transcurrido ese tiempo unámonos al vendaval de alegría que sacudió la sala Giraldo Córdoba Cardín este martes 17 de diciembre, cuando los Búfalos Avileños consiguieron su octava corona de la Liga Superior de Baloncesto (LSB).

No bastó con barrer en la final del evento, algo inédito hasta ahora, sino que también en el último de los desafíos un inmenso Yoan Luis Haití marcó 30 cartones para aplastar a sus rivales con amplísimo marcador de 75-54.

Lo vivido esta noche en suelo avileño solo corrobora lo que por una década muchos han defendido: Ciego de Ávila es el mejor equipo de baloncesto en Cuba, y todo parece indicar que mantendrán esa categoría hasta su retiro.

Una noche de lujo para los dirigidos por Jesús Martos, quienes aseguran con cada paso una leyenda que tendrá ecos cada vez que en nuestra isla se hable de aros y canastas, de espectáculo y buen hacer sobre el tabloncillo.

Los ya ocho veces campeones nacionales no encontraron resistencia alguna en Capitalinos en el último encuentro, y ello fue evidente desde los compases iniciales del choque. Baste decir que luego de cinco minutos los anfitriones ya ganaban 15-0 y marchaban a toda velocidad, con viento en popa y el camino despejado.

La ventaja con que irían al descanso sería suficiente, mas no contentos con ello decidieron espaciarla. Seamos francos, si la diferencia final en el marcador no fue más amplia no debe achacare precisamente a la intensidad del juego habanero, sino a la caballerosidad de los avileños.

No existe una forma amable de decir esto. Capitalinos jugó con la fiereza de colegiales a la hora del recreo y la organización de quien nunca ha tenido entre sus manos un balón. Fin.

Violaciones elementales de las técnicas del baloncesto, malas decisiones y elecciones de posiciones de tiro fueron recurrentes en la noche. En resumen, una desmoralización colectiva del equipo ante un rival que, apoyado por una Cardín a punto de reventar, mostró su innegable casta de campeones.

Es cierto que algunas contadas excepciones mostraron una actitud combativa ante la inminente derrota Azul, pero esas excepciones –por desgracia- no variaron el desenlace del partido.

Ciego fue una maquinaria engrasada, demoledora e indetenible. Haití, su mejor resorte. Michael Guerra, el guerrero de siempre. William Granda, un fusilero despiadado desde fuera del área. Bloques sólidos que conformaron la pared que frenó en seco el elenco habanero.

Más adelante habrá tiempo para los análisis. Entonces será posible apreciar en toda su magnitud la callada labor de Vanier Reyes bajo las tablas, la tenaz defensa de Alfredo Hernández y la oportuna ofensiva de Yasser Rodríguez. Mas, por ahora, ciñámonos a los hechos.

Ciego sigue escribiendo su historia: ocho títulos en nueve finales consecutivas, una barrida en esta fase y la certeza de ser el mejor equipo de la última década en Cuba. Todas ellas razones suficientes para que, tras el respetuoso minuto de silencio en memoria del difunto Capitalinos, nos regocijemos por la posibilidad que tenemos de ver jugar a los Búfalos, quienes demostraron este martes que la estampida está muy lejos de cesar.

Noche de premiaciones

Como parte de la premiación del evento fue dado a conocer el quinteto ideal de la presente edición de la LSB, así como el jugador más valioso (MVP) de la Liga.

El Todos Estrellas estas vez estuvo integrado por los campeones Yoan Luis Haití y William Granda, el habanero Jasiel Rivero, el artemiseño Osmel Oliva como mejor base organizador de Cuba en la actualidad, y el prospecto matancero Yurisquel Molina.

El galardón al MVP de la final fue a manos del imprescindible Michael Guerra, quien tras regresar del retiro como atleta ha funcionado indistintamente como sexto hombre o alternando posiciones entre los regulares del quinteto avileño. Justo reconocimiento sin dudas al aporte de este jugador, que tuvo un peso determinante en el desenlace de esta final.

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