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Mojados por una corona

Por segunda vez en los últimos años —sucedió también en el play off de la 50 Serie— la lluvia ha sido una indeseable protagonista en la ronda decisiva de la pelota cubana. Es cierto que el Tercer Clásico Mundial motivó un retraso del calendario, pero la vida enseña cada vez más que nuestra temporada debe empezar a finales de octubre y no en noviembre, por muchas razones más allá de los chubascos veraniegos.

Tal y como habíamos pronosticado, las semifinales se extenderán a seis o siete juegos, con unos matanceros que han ido de menos a más frente a Sancti Spíritus y un equipo cienfueguero que no se contenta con el tercer lugar asegurado antes del comienzo de su enfrentamiento contra Villa Clara. Una propuesta más: se debería acortar a un día de descanso el cambio de sede, atendiendo a las condiciones del tiempo, que no mejorarán mientras avance junio.

En los nueve desafíos ha primado el pitcheo (2.66 pcl) —las notas más altas para el “naranja” Freddy Asiel Álvarez y el “cocodrilo” Joel Suárez— por encima del bateo (238 de average), aunque hemos visto otros hechos que no siempre van a las estadísticas como la remontada histórica de los espirituanos frente a los yumurinos en el segundo juego, dos squezze play de los sureños bien pensados, sequía de jonrones (4) y un trío de lechadas (dos de ellas a la cuenta villaclareña).

Habría que sumar, como insatisfacciones todavía, cierto abuso del toque de pelota para avanzar los corredores, la defensa de los gallos –específicamente del camarero Lourdes Gourriel (4)—, el mal corrido de las bases de no pocos jugadores y el poco movimiento en las alineaciones aun cuando las derrotas o la necesidad de un emergente lo esté imponiendo.

El espectáculo de estos play off lo lideran peloteros y mentores, a quienes hemos visto poco comunicativos y encartonados en las conferencias de prensa al término de cada partido, un espacio solicitado por los periodistas y habitual en lides internacionales para conocer detalles y valoraciones de lo acontecido sin más intermediario que las preguntas, las cuales pueden ser mejores o peores, pero deben ser contestadas cortésmente.

Segunda mordida de cocodrilos

Los cocodrilos matanceros de Víctor Mesa son bien difíciles de doblegar en su casa del Victoria de Girón y así lo demostraron este domingo, al superar 3-1 a los gallos espirituanos y emparejar el match a dos éxitos, cuando resta todavía un partido como anfitriones este lunes.

El talismán del pasado año en el box, Jorge Alberto Martínez —le ganó por cuarta vez en postemporadas—  y el bateo de José Miguel Fernández  guiaron la segunda mordida de los yumurinos, quienes están decididos a mejorar el bronce de la pasada versión, aunque todavía tendrán que vencer par de veces para discutir la corona.

El mentor, Yovani Aragón, sigue preocupado por el poco voltaje de su tríada mortal: Cepeda-Yulieski-Eriel, y dependerá en el quinto choque de Angel Peña en el intento de llegar con ventaja al José Antonio Huelga, donde hace un año fueron enterrados por estos mismos rivales. Por los locales subirá a la lomita Frank Navarro.

Jugo de naranja para Elefantes

En otro emotivo encuentro, Villa Clara se colocó a una sonrisa de pasar a la final, al superar 4-3 a Cienfuegos en extrainning, con otra soberbia actuación de sus serpentineros: Yasmani Hernández (abridor)  y los relevistas Diosdani Castillo y Robelio Carrillo, en tanto Edilse Silva impulsó la decisiva con hit al jardín central.

La decisiva llegó en el décimo, cuando los locales aprovecharon el descontrol del relevista sureño Duniel Ibarra y tras tres transferencias, Silva remolcó su tercera carrera de la noche. Ahora los elefantes tienen que triunfar dos veces en el estadio 5 de septiembre para llegar a la discusión del título.

Es previsible que el próximo miércoles veamos otro duelo entre el villaclareño Freddy Asiel Álvarez y el cienfueguero Noelvis Entenza.

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