Simpatía por el carbón

Simpatía por el carbón

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Trabajo duro, difícil y peligroso. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Trabajo duro, difícil y peligroso. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

El sitio, al que llaman Simpatía por la proximidad al reducido asentamiento poblacional del mismo nombre, semeja una réplica de muchos volcanes en erupción, a pequeña escala. Los hornos de carbón vegetal no emanan lava, por supuesto, pero resaltan por la altura y por eructar humo blanco por diminutas fumarolas que los trabajadores van abriendo, de arriba hacia abajo, con una larga vara que tiene la punta muy afinada, en forma de lanza.

Se llega a través del vial —en bastante mal estado, por cierto— que une a la centro- meridional ciudad de Cienfuegos con la zona de Juraguá, donde aún quedan los restos de lo que iba a ser la obra del siglo XX en Cuba, la primera central electronuclear. A poco andar tomamos un estrecho atajo entre arbustos tupidos. En poco tiempo apareció lo que todos conocen, desde hace muchos años, por Plan Carbón.

Agustín Figueiras Díaz, el administrador, nos dio la bienvenida. Dijo enseguida ser hijo de un carbonero que en la etapa prerrevolucionaria, allá por Jocuma, próximo a la  Ciénaga de Zapata, crió a 13 hijos, convirtiendo la leña en combustible para cocinar. “De casta le viene al galgo”, afirmó alguien que estaba cerca. Y él advirtió entonces que, según ha leído, los tres trabajos más duros sobre la tierra son extraer minerales, cultivar y cortar henequén y hacer carbón. Creo que tiene razón.

A los 18 hombres dedicados a esa faena en Simpatía se les confunden los días de la semana, “porque terminan un horno y empiezan a montar otro”, advirtió Figueiras, quien explicó también que en un mes cada uno de ellos produce 110 sacos, por lo que la unidad totaliza mil 980 destinados en su mayoría a la exportación.

“Pero no es solo hacer y velar el horno. Tienen que ir al monte y cortar con hachas y motosierras la leña y resistir el calor, la lluvia y las picaduras de los mosquitos, jejenes y hormigas. Demoran cinco días en montar uno de 300 sacos, y después hay que ponerle paja o hierba y tierra y no quitarle la vista de encima por 15 días, más o menos, porque si se vuela, todo queda perdido”, agregó.

Cada carbonero trabaja con tres hornos a la vez: montando, quemando y sacando. Es como un ciclo de producción continua y con etapas bien definidas, pero que requieren de demasiado esfuerzo físico en todas las acciones.

 Fuerza de voluntad

Alexis Zamora Prieto tiene 45 años y es un carbonero experimentado. “Para hacer un buen horno hay que cumplir las normas técnicas y buscar buena leña en el monte. El corte debe ser bien planificado, porque todos los palos no arden iguales y el carbón que se exporta hay que hacerlo con yana, júcaro, soplillo… Ya tengo más de 800 sacos entregados en lo que va del año. El salario es bueno, siempre que cumplas bien. Aquí decide la fuerza de voluntad del trabajador. Yo nací pegado al monte y he vivido siempre dentro de él”.

Ese espíritu emprendedor no queda limitado solo a esa unidad productiva. La dirección de la Empresa Forestal Integral de la provincia de Cienfuegos ha dado prioridad a la producción de carbón vegetal, toda vez que resultan significativos los ingresos por su exportación. En estos momentos, una tonelada (t) de ese combustible se paga en el mercado internacional a 320 pesos en Moneda Libremente Convertible (MLC). La entidad tiene el compromiso de producir este año no menos de mil 250 toneladas.

En estos momentos están organizadas y activas 10 brigadas en todos los municipios. Anteriormente solo laboraba la de Simpatía. En el año 2008 se exportaron 70 t en cuatro contenedores.

Roberto Noa Justafé, subdirector adjunto de la empresa, explicó que los ingresos en divisas posibilitan adquirir herramientas, insumos, equipos y medios de protección a los trabajadores, lo que ha influido en el aumento de la productividad.

En el primer encuentro provincial de productores de carbón vegetal, iniciativa que tuvo el propósito de intercambiar experiencias, establecer nuevos compromisos y estimular a los más destacados, Alberto Curbelo Cabrera, director de la entidad, explicó que está concebido un programa de desarrollo hasta el año 2020, con sustanciales mejoras en los procesos productivos. “Hoy el carbón es la principal fuente de ingresos en moneda nacional y la única en MLC para la empresa”, subrayó.

Y argumentó que se ha humanizado el trabajo, pero aún debe avanzarse en ese sentido. “Necesitamos más carboneros y más recursos, pero debemos garantizar una atención superior. Antes faltaban motosierras, tractores…; hoy tenemos algunos, pero no son suficientes”, precisó.

Aidé Rodríguez Quesada, responsable de calidad, señaló que no han tenido reclamaciones de los clientes extranjeros. El cumplimiento de la Norma Cubana 580-2008 es una premisa constante que no admite descuidos. Mantenemos mucha atención con el embalaje, el peso, las características del carbón: color, sonido, humedad, pureza…, que no vaya acompañado de paja o de tierra. Hasta hoy todo nos ha salido bien, pero no debemos descuidarnos”.

En ese comportamiento influye mucho la selección final que hacen en cada unidad. Todo el carbón se sitúa sobre una mesa metálica ahuecada, para que las partes más pequeñas, llamadas ciscos, caigan y solo sean embasados los fragmentos con tamaños adecuados. Dos trabajadores realizan ese proceso tan necesario.

Un ejemplo fehaciente del avance en Cienfuegos de ese rubro exportable está, precisamente, en Santiago de Cartagena, sitio apartado que fue sede del intercambio de experiencias. Como afirman los residentes, allí solo producían piña y leche de vaca. Ahora incorporaron el carbón y ya han exportado. Además de recibir los beneficios correspondientes, abrieron una nueva y muy necesaria fuente de empleo.

 

Entonces, cuando a lo lejos se vea salir el humo blanco de un horno de carbón puede pensarse en las ganancias económicas, pero también —y sobre todo— en que en cada saco hay una altísima cuota de dura labor y sacrificios de hombres que desafían todos los días el rigor de los montes, el fuerte sol, las altas temperaturas, el frío o la lluvia.

Montar un horno, quemar otro y sacar un tercero…, labor ininterrumpida. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Montar un horno, quemar otro y sacar un tercero…, labor ininterrumpida. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Desafío permanente al sol, la noche, el frío, la lluvia… foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Desafío permanente al sol, la noche, el frío, la lluvia… foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

 

Cortar y transportar la leña requiere de mucho esfuerzo. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Cortar y transportar la leña requiere de mucho esfuerzo. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Alexis Zamora Prieto: “Nací pegado al monte”. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.
Alexis Zamora Prieto: “Nací pegado al monte”. foto: Modesto Gutiérrez, AIN.

 

 

Acerca del autor

Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.

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