Todavía la caravana es posible dibujarla. Eran miles, millones de personas las que por espacio de varios días se apostaron a las orillas de las carreteras, en las azoteas de sus casas, en parques, avenidas y aceras para expresar admiración, respeto, sentimientos y dolor por su partida, como al familiar más querido. Porque Fidel era eso para muchos, más allá de su grado de Comandante en Jefe y Líder Histórico de la Revolución Continuar leyendo

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Publicado el • por Redacción Nacional





