Hoy el mar Caribe está en calma, y al verlo se percibe paz y tranquilidad. Del otro lado, la Sierra Maestra ha perdido su verdor: las palmas y los robustos árboles se ven mustios y maltratados. En medio de este paraje, centenares de casas, algunas intactas y otras tan golpeadas como la propia Sierra. … Continuar leyendo



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