Un profesional experimentado y un persistente aficionado, ambos convencidos de la importancia de la información clara e inmediata para estar preparados ante los fenómenos meteorológicos, se hicieron habituales en las pantallas de los televisores cuando el país estaba amenazado por un huracán. Eran ellos el doctor José Rubiera y el Comandante en jefe Fidel Castro Ruz Continuar leyendo
