Aquella tarde de verano, mientras su amada América Domitro escogía un mínimo ajuar para la boda clandestina que ella y su novio Frank País García (1934-1957) deseaban realizar con apremio, un torrente de balas acribillaba el cuerpo del maestro normalista en el llamado Callejón del Muro, en Santiago de Cuba. Era 30 de julio y él solo contaba 22 años. Continuar leyendo

