¡Aquí está Fidel! Era una expresión en la que se mezclaban alegría, sorpresa y admiración, con un instantáneo poder de convocatoria. En visitas anunciadas o inesperadas, acudía a las fábricas, los campos, las vaquerías, las obras donde se afanaban los constructores, los centros de la salud y la ciencia, a cualquier lugar de nuestra geografía donde se estuviese realizando labor Continuar leyendo

