Durante 3 días los visitantes pudieron intercambiar con otros estudiantes universitarios, desandar las calles de La Habana, recibir largas y venerables conferencias, participar en catorce excursiones clase que incluyeron visitas a sitios de interés histórico y cultural, y lo más importante, tomarle el pulso, al menos por un rato, al país. Continuar leyendo

