Los hombres que arribaron con Fidel a Cuba aquel 2 de diciembre y los que se fueron sumando al Ejército Rebelde, nacido en tan desfavorables condiciones, demostraron que eran capaces de alcanzar lo que parecía imposible y materializaron otra curiosa coincidencia histórica: conquistar la victoria en cinco años, cinco meses y cinco días Continuar leyendo

