No son pocos los cubanos que a diario se quejan de la falta de cultura en uno u otro oficios: la mala terminación de un edificio, la deficiente higiene de la ciudad, las inexplicables pérdidas de cosechas agrícolas, el bodeguero que no despacha las libras correspondientes de determinado producto, en fin… la lista resultaría interminable. Continuar leyendo

