La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha promovido lo que dan en llamar trabajo decente, o sea, puestos laborales suficientes para responder a las demandas cada vez mayores de la población de América Latina y el Caribe, pero que a la vez resulten productivos y de calidad y que quienes los ocupen cuenten con condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana Continuar leyendo

