Este 11 de mayo el amanecer fue diferente a aquel de 1873: no se sintió ningún ruido de armas, no hubo ningún combate y nadie lloró la tragedia de la muerte de Ignacio Agramonte. Mas bien, se le recordó y se le agradeció cada una de las enseñanzas porque “hombres como Ignacio Agramonte construyeron la Patria cubana” Continuar leyendo