El 6 de octubre de 1976, frente a las costas de Barbados, cayeron al mar mucho más que medallas. Con el vuelo CU-455 se perdieron en las aguas del Caribe miles de historias, las risas y futuros de jóvenes que apenas comenzaban a desandar la vida con la alegría que proporcionan los 20 años y los triunfos recientes. Continuar leyendo

