La conocida como doctrina Monroe fue formulada en diciembre de 1823 y, desde entonces, ha sido parte siempre presente en el discurso de política exterior de los Estados Unidos, especialmente hacia América Latina, con los ajustes necesarios en cada coyuntura. Este asunto no pasó inadvertido para José Martí en su momento, quien en diversas ocasiones se refirió a su origen, contenido y aplicación. Continuar leyendo


