Danza Contemporánea de Cuba (DCC) regresa a uno de sus más habituales escenarios: el capitalino teatro Mella. Desde este jueves presentará allí una corta temporada que cuenta con el atractivo del estreno de uno de los más prolíficos coreógrafos cubanos del momento: George Céspedes.
El creador, que proviene precisamente de las filas de DCC propone Matria Etnocentra, una singular visión sobre la identidad nacional y su relación con elementos del contexto.
Es una obra de gran formato, en la que participará casi todo el elenco de la compañía.
Para cerrar la noche, el más reciente trabajo del coreógrafo Julio César Iglesias para la agrupación, El cristal, estrenado hace algunos meses.
Los que han seguido la trayectoria de este artista podrán reconocer algunas constantes en esta pieza: cierta densidad en los presupuestos; rejuego en la dramaturgia; «contaminación» de la línea de la danza; teatralidad ardua, desafiante, hasta cierto punto transgresora… Pero hay también aquí una concreción muy física, un dinamismo acentuado, un evidente sentido del humor.
Danza Contemporánea de Cuba es la compañía matriz de la danza moderna en Cuba. Su elenco está entre los mejores del país. Se presenta habitualmente en teatros de Cuba, Europa y América.