| Javier Perera, estudiante de Periodismo

“Moreno era un deportista, voleibolista sobre todo, que trascendió porque en Cuba existió un racismo que se reflejaba también en la liga de ese deporte antes del triunfo de la Revolución. Debido a sus condiciones, ese mulato de Jiguaní se destacó a tal punto de ser el Jackie Robinson (1) cubano del voleibol, al romper la barrera racial en esa disciplina. A partir de ahí, empecé a tener cierto conocimiento sobre él”, dice Cecilio Curbelo con la locuacidad de un profesional con 81 años y varios de ellos dedicados a la radio.
Hablar sobre la persona y la vida de Olegario Moreno constituye a todas luces para Curbelo, complacencia y una tácita nostalgia, respaldada por casi tres décadas de estrecha amistad que le unió al granmense, nacido el 4 de mayo de 1927 y fallecido en 2001.
A principios de 1970 comienza a tener un vínculo más directo con Olegario. A la sazón, Lázaro Peña tenía como una de sus proyecciones sindicales en la CTC nacional impulsar tanto la preparación de los obreros, como la cultura y el deporte. Entonces se crearon tres departamentos: Educación, Capacitación y Escuelas Sindicales, dirigido por Cecilio, el de cultura por el Indio Naborí y el de deportes por el jiguanicero.
“Fue una época de oro en el movimiento sindical, pues se hicieron trabajos que favorecieron el desarrollo de la clase obrera en esas tres ramas. Moreno impulsó de una manera increíble su tarea y adquirió una connotación grandísima porque comenzaron a surgir los Juegos Deportivos de los trabajadores, que empezaban desde los centros laborales hasta alcanzar un carácter nacional y se inventó la bandera del deporte que recorrió todo el país”, acotó.
Al preguntarle cómo era ese gran atleta y promotor de la actividad de la malla alta, Cecilio respondió emocionado que fue una persona llena de deseos y buenas intenciones, sentimientos acompañados con resultados satisfactorios, además de ser un bailador abierto y sereno, que siempre provocaba simpatía entre los presentes. Muy sencillo y acertado en cada intervención que hacía.
El actual periodista de Prensa Latina rememora que en una ocasión salieron en un viaje de La Habana hasta Santiago de Cuba. En el trayecto coincidió el cumpleaños del Indio Naborí y Olegario improvisó una décima, algo muy pintoresco, pues así era de espontáneo y agradable, contador de historias campestres.
Arguye que era un activo trabajador. Nunca faltó a sus obligaciones y siempre asistió a las actividades voluntarias, tan de moda por aquella época, con la mocha y la coa en la mano. Además, en el velatorio de Celia Sánchez Manduley se mantuvo toda la noche cerca del féretro de ella, en fiel compromiso con el deber.
Un pasaje inolvidable en su vida fueron los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, adonde asistió en representación del movimiento sindical cubano. Allí cumplió, según Cecilio, con las orientaciones que se dieron en medio de unos juegos históricos, Esa fue otra faceta de su existencia: el cumplimiento de tareas internacionales.
El también dirigente sindical por más de 50 años ininterrumpidos afirma que el vínculo entre Olegario Moreno y el deporte se manifestó en la organización de competencias de todo tipo y en su participación como atleta en diversas disciplinas. Añade que existía una fina relación entre él y la dirección del INDER, la cual respetaba todo lo que el granmense hacía y le facilitaban recursos para la ejecución de disímiles tareas.
La mañana del día de la muerte de Moreno sorprendió a Cecilio Curbelo, al punto de parecerle imposible el fallecimiento de un compañero sano y sin gestos de amargura. Era julio de 2001 y abandonaba la vida terrenal una persona que mantiene viva la figura de ser un hombre digno de la actividad que desarrolló.
Curbelo abriga la esperanza de que otros Olegarios Morenos aparezcan y lleven de nuevo a la cima el movimiento deportivo sindical.
(1) Jack Roosevelt Robinson fue el primer beisbolista afroamericano en ingresar a las Ligas Mayores de Béisbol


Después de tanto tiempo leo este artículo y me enorgullece ser la nieta de este personaje me siento muy orgullosa de el
Magnífico artículo
Muy buen articulo, con mucha historia , para recordar a los grande del deporte cubano. gracias
Olegario mi tio era una persona muy segura de lo que hacia, siempre estuvo ligado al mundo del voleibol moderno desde su juventud hasta que lamenteblemente fallecio en el 2001, jiguani su tierra natal, tambien tuvo otras personalidades del voleibol que junto a el levantaron a lo grande el nombre del voleibol cubano, es por eso que nosotros los familiares concordamos con lo comentado en este articulo y agradecemos la preocupacion de quienes recuerden su trabajo