Cargando...“El informe Perspectivas del Medio Ambiente Mundial, séptima edición: Un futuro que elijamos, plantea una elección simple para la humanidad: seguir por el camino hacia un futuro devastado por el cambio climático, por la pérdida de naturaleza, por la degradación de los suelos y por la contaminación del aire, o cambiar de rumbo para asegurar un planeta saludable, personas saludables y economías saludables….”.
Así lo advirtió la Sra. Inger Anderson, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), durante la séptima sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-7) realizada este diciembre en Nairobi, capital de Kenia, que tuvo como actividad central el debate sobre el tema “Impulsar soluciones sostenibles para un planeta resiliente”.
Vale apuntar aquí que el informe citado por la Sra. Andersen es considerado como la evaluación más completa jamás elaborada sobre el estado del medio ambiente mundial. Las trasformaciones que propone, profundas y necesarias, comprenden cinco áreas clave: Economía y finanzas, Materiales y desechos, Energía, Sistemas alimentarios y Medio ambiente.
Elaborado por el PNUMA con la participación de 287 científicas y científicos de múltiples disciplinas provenientes de 82 naciones, este documento concluye que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los suelos, la desertificación, la contaminación y los desechos han tenido un impacto enorme y negativo en el planeta, las personas y las economías, con costos que ya ascienden a billones de dólares cada año.
De mantenerse modelos de desarrollo convencionales, y basándose en múltiples fuentes, el informe también detalla las negativas consecuencias actuales y futuras para la vida en nuestro planeta, algunas de los cuales se relacionan a continuación.
-Las temperaturas globales se han elevado y los impactos climáticos se han intensificado debido al aumento en la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) en un 1,5% cada año desde el 1990, alcanzando un nuevo máximo en el 2024. El costo de los fenómenos meteorológicos extremos atribuibles al cambio climático ocasionado por los GEI en los últimos 20 años se estima en 143 mil millones de dólares anuales.
-Se considera degradada entre el 20% y el 40% de la superficie terrestre mundial. Como consecuencia, resultan afectados más de 3 mil millones de personas, mientras que un millón de los aproximadamente ocho millones de diferentes especies de biodiversidad existentes están en riesgo de extinción.
-Anualmente fallecen nueve millones de personas por causas atribuidas a algún tipo de contaminación medioambiental. El costo económico de los daños a la salud humana solo por contaminación del aire fue de aproximadamente 8,1 billones de dólares en el 2019, lo cual equivale al 6,1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
-Empeorará drásticamente el estado del medio ambiente global si el mundo continúa impulsando las economías bajo un modelo convencional. Sin acciones de respuesta, el aumento de la temperatura media global probablemente superará 1,5°C por encima de los niveles preindustriales a principios de la década del 2030, superará los 2°C en la década de 2040 y seguirá aumentando.
-En este escenario, el cambio climático reduciría el PIB mundial anual en un 4% para el 2050 y en un 20% para finales del presente siglo.
-Los desechos plásticos que contaminan el planeta continuarán acumulándose y rebasarán los 8 mil millones de toneladas existentes actualmente, aumentando las pérdidas económicas relacionadas con la salud, estimadas en 1,5 billones de dólares anuales debido a la exposición a productos químicos tóxicos presentes en los plásticos.
-Los científicos también prevén que la degradación de suelos y tierras continúe al ritmo actual, con la pérdida anual mundial de tierras fértiles y productivas equivalente al tamaño de Colombia o Etiopía, en un momento en que el cambio climático podría reducir la disponibilidad de alimentos por persona en un 3,4% para el año 2050.
Pero el ser humano tiene la necesaria capacidad para construir un mejor futuro. Adoptar enfoques integrales no solo haría más segura y placentera la vida en el planeta, sino también generaría beneficios macroeconómicos globales que podrían alcanzar los 20 billones de dólares anuales para el año 2070, y también seguir creciendo.
“Y no olvidemos que el mundo ya ha logrado avances significativos: desde acuerdos globales sobre cambio climático, naturaleza, tierras, suelos y biodiversidad, así como contaminación y desechos, hasta cambios reales y concretos como el auge de las energías renovables, la expansión de las áreas protegidas y la eliminación progresiva de productos químicos tóxicos”, recordó durante su intervención la Sra. Inger Andersen.
Tras estas palabras de aliento, la Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reclamó:
“Hago un llamado a todas las naciones para que se basen en estos avances, inviertan en la salud del planeta y orienten sus economías hacia un futuro próspero y sostenible”.
Hacer realidad este llamado, según exigen los propios científicos en su fundamentado y oportuno informe, “requerirá cambios urgentes y sin precedentes en la forma en que los países gestionan sus economías, gestionan materiales y residuos, generan energía, producen alimentos, utilizan materias primas y cuidan el medio ambiente.”
Hoy la humanidad toda reclama el más elemental sentido común, responsabilidad, solidaridad. Es hora ya de que quienes tienen capacidad decisoria aborden el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación según lo demanda la ciencia.
(Con información de páginas web del PNUMA y Noticias ONU)
