Un toque fuerte de clarín pudiera escucharse pronto desde la Trocha de Júcaro a Morón, de la central provincia de Ciego de Ávila, según historiadores la primera, más extensa y sofisticada de las líneas fortificadas que construyera España durante las guerras de independencia de Cuba.






Las huestes de hoy están entrenadas para múltiples batallas y alistan el homenaje de dos hechos históricos de gran trascendencia: El cruce por la fortaleza militar del contingente oriental encabezado por el Lugarteniente General Antonio Maceo, el 29 de noviembre de 1895.
Al día siguiente, en los potreros del lugar conocido por Lázaro López, del actual municipio avileño de Majagua, tuvo lugar la parada militar y la conformación definitivamente del Ejército Invasor, donde el Generalísimo Máximo Gómez Báez, expresó en su arenga: “El día que no haya combate será un día perdido o mal empleado”.
Una nueva clarinada sonará en homenaje a aquella epopeya mambisa.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.

