
Imaginemos por un momento una fábrica del siglo XIX: el ruido ensordecedor de las máquinas, los obreros con las manos encallecidas y jornadas laborales interminables. Hoy el escenario parece distinto —oficinas climatizadas, repartidores en moto guiados por aplicaciones móviles, cuidadores de turno en la noche o programadores frente a pantallas—, pero, según la investigadora Dania Leyva Creagh, el “hilo rojo” que une a los trabajadores de todos los tiempos continúa siendo el mismo: la relación de dependencia respecto a los medios de producción.
“Desde una perspectiva marxista —explica—, tanto en el siglo XIX como hoy, la clase trabajadora se define por no ser propietaria de los medios de producción y verse obligada a vender su fuerza de trabajo a la clase burguesa. La explotación del trabajo adopta formas más sofisticadas, mediadas por la tecnología, pero conserva la misma raíz”.
Para Leyva Creagh, el capitalismo contemporáneo no ha eliminado las clases sociales, sino que las ha disfrazado con nuevas narrativas. “Ya no se habla de trabajadores, sino de ‘colaboradores’; no de lucha de clases, sino de ‘diálogo social’. Esto responde a una estrategia ideológica que busca manipular nuestra subjetividad, borrar la contradicción esencial entre trabajo y capital, así como promocionar una identidad fragmentada y competitiva que debilita sistemáticamente la conciencia de clase”.
Aun así, sostiene, la clase trabajadora no ha desaparecido, se ha transformado y diversificado. “Hoy incluye a obreros, técnicos, científicos, educadores, sanitarios, trabajadores digitales y agrícolas. Tiene más conocimiento y más herramientas tecnológicas, aunque también enfrenta nuevas formas de explotación”.
Vigencia del marxismo
Sobre el papel del marxismo en este contexto, Leyva Creagh es categórica: “El marxismo no es un dogma, sino un método crítico para comprender las transformaciones del trabajo y las formas de dominación”.
Durante la Revolución Industrial Marx analizó cómo la técnica servía al proceso de acumulación capitalista. En la actualidad, la inteligencia artificial y la automatización reproducen esa lógica. “La tecnología no libera al trabajador; más bien intensifica su subordinación al capital. El marxismo nos permite entender esos procesos y desenmascarar la idea de un ‘progreso neutral’ que, en realidad, beneficia a quienes controlan los medios y la información”, sostiene.
Además asevera que el marxismo propone alternativas emancipadoras y rescata el valor de la solidaridad internacional. “En un mundo globalizado las luchas sindicales también son globales. Ningún trabajador está solo cuando defiende sus derechos. La solidaridad internacionalista sigue siendo nuestra arma más poderosa”.
Cuba en el pensamiento colectivo
En cuanto a la reciente participación en el 1er. Simposio Teórico Sindical organizado por el Instituto Obrero Internacional, Leyva destaca que esa entidad, fundada en Grecia en el año 2022, “es un espacio estratégico de articulación y pensamiento colectivo de la clase trabajadora a escala global que permite debatir desafíos comunes frente a la reconfiguración del capital y las nuevas formas de dominación”.
Para Cuba —añade—, participar en esos encuentros tiene un valor doble: reafirma la vocación internacionalista del movimiento sindical y visibiliza una experiencia única de organización obrera y justicia social, incluso en condiciones adversas como el bloqueo del Gobierno de Estados Unidos contra nuestra nación.
La CTC junto a instituciones académicas del país, contribuyen con una visión humanista basada en la práctica de quien ha intentado construir relaciones laborales ajenas a la lógica del lucro. “Aportamos una ética de compromiso con la justicia social y la unidad de clase. Y, al mismo tiempo, recibimos una enorme riqueza de análisis y experiencias que nos ayudan a repensar nuestras estrategias sindicales”, concluye.


Mis más sinceras felicitaciones, excelente Artículo, el cual demuestra que Marx está más vigente que nunca con sus postulados, la visión de este gigante de la historia se podría definir como Marx en todo tiempo junto a la clase trabajadora y los trabajadores