Centrales no muelen esfuerzos, ¡muelen caña!

Centrales no muelen esfuerzos, ¡muelen caña!

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Con paciencia, Benig­no Oliva Medina desenre­da unos alambres de púas que tendrán un noble fin: cercar un campo de cañas. La ta­rea es ardua, mucho más cuando el sol derrama sus intensos rayos. Bajo una titánica labor, encontra­mos a este productor de la Empre­sa Agroindustrial Municipal de Ciego de Ávila.

Materia prima de menos calidad deteriora la infraestructura fabril, limita la exportación y reduce casi a cero la fabricación de azúcar para el consumo de la población. Foto: José Luis Martínez Alejo

“Hace años decidieron poten­ciar el anillo cañero hasta 25 km alrededor del central, con vistas a arrimar más la materia prima a la industria; por ejemplo, en esta área, próxima al lugar conoci­do por Pozo Brujo, primero hubo caña, después ganado y luego caña. Ahora hay ambas cosas y más líos.

“Mantenemos la atención a cinco caballerías. Otra vez auto­rizaron la crianza de vacas en la zona y hemos puesto vallas en los cañaverales; aunque no basta por­que nos roban el alambre y los ani­males acaban con las plantaciones. Lo denunciamos y nadie actúa para detener el delito.

“Por otro lado, la escasa y, en algunos casos, nula asignación de fertilizantes, herbicidas, petróleo y demás recursos, han provocado el deterioro de las cepas y la caída de los rendimientos de 100 a 45 to­neladas por hectárea (t/ha); la suerte es que siempre nos pican las cañas, y la desgracia consiste en que gran parte de esa cantidad cortada ha sido por incendios malintenciona­dos”.

El avileño Benigno Oliva tiene que bregar duro para proteger la caña de la acción y los malhechores. Foto: José Luis Martínez Alejo

“Las quemas nos han causa­do grandes daños”, dijo Elba Peña Rojas, presidenta de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) 26 de Julio, enclavada en el muni­cipio de Banes, en Holguín.

Más de 80 incendios afectaron a los productores y la economía la pasada zafra en Holguín. Foto: Lianne Fonseca Diéguez

“Resulta perjudicial —enfati­zó— tener cepas de hace tres años, las cuales las han dejado de cortar por una u otra razón, se infringe el contrato para tributar al central Fernando de Dios y hoy la Em­presa Agroindustrial Azucarera (EAA) de igual nombre nos debe 22 millones de pesos, y se afecta el pago por concepto de vinculación a los cañeros y la distribución de las utilidades a los cooperativistas”, puntualizó Elba.

 

Incumplimientos y deudas millonarias

El declive de la industria azuca­rera cubana es una realidad. Du­rante la presentación a los parla­mentarios del comportamiento del plan de la economía en el primer semestre del 2025, Joaquín Alonso Vázquez, titular del Ministerio de Economía y Planificación, afirmó que al cierre del primer semestre la zafra azucarera tenía niveles de producción de azúcar crudo infe­riores al 44 % de lo previsto, pocos para garantizar el consumo res­tringido.

Entre las causas señaló “la in­suficiente disponibilidad de caña, combustible físico para el corte, alza y tiro de la caña; el incumpli­miento del corte diario; cuestiones organizativas; mala calidad de las reparaciones industriales y los ba­jos rendimientos de la caña e in­dustrial que se logran”.

Agregó que “prevalecen atra­sos en la siembra de caña, que solo alcanza el 50 % del plan hasta la fecha”. Y advertía, que “de mante­nerse esta situación, no será posi­ble conseguir incrementos signi­ficativos en las zafras del 2026 y 2027 debido a la baja disponibili­dad de materia prima, por lo que la producción de azúcar mantendría niveles similares a los de este año”.

Joel Collazo Apaceiro, de la CPA artemiseña Marcos Martí, explicó que si un asunto preocupa son las deudas. “A la zafra 2024-2025 entregué 2 mil 80 toneladas de la gramínea entre abril y mayo y no he recibido ni un centavo de los más de 4 millones de pesos de esa venta”.

Aunque el impago está igualito, los sembradores en Artemisa no esperan por burocracias. Foto: Yudaisis Moreno Benítez

Antes de reiniciar la marcha de su propio tractor, añadió que “za­fra por zafra el impago es igual. Se violan los contratos, pero se­guimos en el surco pese a las in­satisfacciones, pues ¿dos guantes y par de limas son suficientes para hacer zafra? Todo es asumido por el campesino que requiere de una fortuna para producir.

“No obstante, preparamos la tierra con mucho esfuerzo. El com­bustible no llegó en tiempo. Nos afectó tanto la sequía de los meses anteriores como la lluvia de los úl­timos días; ya plantamos, esta vez con la técnica de unir dos puntas de caña para una mejor población y el picoteo en el mismo surco”.

Como dijera el joven artemise­ño Luis Alberto Gutiérrez Valdés, de la CPA Victoria de Girón, “aun­que la industria no haya pagado la caña cortada, las campañas de siembra de las temporadas de pri­mavera y de frío no esperan por burocracias”.

Según el secretario general del Sindicato Nacional de Tra­bajadores Azucareros (SNTA), Yrrael Rouseaux Mansfarroll, en la actualidad 33 UBPC afec­tan en el pago de unos 4 mil 700 ubepecistas. Expresó que “es responsabilidad de las juntas ad­ministrativas buscar una alter­nativa para proteger el salario de sus trabajadores.

“El vice primer ministro Jor­ge Luis Tapia Fonseca brinda una atención priorizada al tema, y se analiza semanalmente por el Gru­po Azcuba, con la participación de nuestro sindicato”, subrayó.

Manifestó que, en ese sentido, desde el mes de junio se realiza el proceso económico de balance en las cooperativas, a punto de con­cluir, en el que se evalúa la reno­vación y ratificación de mandatos para fortalecer las juntas adminis­trativas.

 

¿La industria o la agricultura?

Antonio Viamontes Perdomo, di­rector de la EAA Melanio Hernán­dez, de Sancti Spíritus, a la cual pertenece el único central cumpli­dor este año del plan de azúcar en el país, opinó que es vital frenar el declive de la producción cañera.

Allí el 75 % de las tierras de­dicadas al cultivo de la gramínea están vacías. “En los últimos cuatro años –explicó– las limi­taciones principalmente de com­bustible han influido en que los volúmenes de caña a sembrar no alcancen ni para semilla. La idea es detener el decrecimiento en junio de 2026”.

En Camagüey, el Carlos Ma­nuel de Céspedes molió el 21 % de caña quemada y el 70 % de las co­locadas sobre medios de transpor­te demoró más de 12 horas camino al central, lo que dañó la eficien­cia en el proceso fabril que regis­tró el 20 % del plan de producción del dulce grano.

Mientras que en Artemisa la arrancada de la contienda, previs­ta como nunca antes para el 15 de enero, se retrasó 34 días por la es­casez de combustible, aseveró Ro­berto Meléndez Aguiar, director de la EAA 30 de Noviembre, por lo que su industria solo pudo proce­sar mil 762 toneladas.

¿Qué se sabe de los grandes, los colosos azucareros por tradición, los cuales ya no pitan o suenan poco en los medios de comunica­ción?, preguntaba un asiduo lector en una de las bases productivas vi­sitada por Trabajadores.

El Antonio Guiteras, de Las Tunas, con el mayor compromiso de entrega de azúcar a nivel nacio­nal, pudo lograr el 16 % de lo pla­nificado, debido al mucho tiempo perdido por roturas industriales, escasez de combustibles y lubri­cantes, afectaciones eléctricas y climatológicas, carencia de espe­cialistas y obreros industriales ca­lificados remplazados con refuer­zos de otros ingenios.

También repercutió la situa­ción crítica de los caminos cañe­ros, la alta presencia de bejucos en los cañaverales y la necesidad de cortar plantaciones quedadas de procesos anteriores.

Ciro Redondo, el llamado Co­loso del Centro, en Ciego de Ávi­la, alcanzó algo más del 50 % del programa de azúcar crudo, la cifra más alta a nivel nacional. Pudiera haber tenido un mejor desempeño si no hubiese incidido la calidad de la materia prima, pues más del 70 % de la composición de la molida corres­pondió a caña proveniente de pasa­das cosechas.

Muchos sistemas de riego de agua, como esta máquina Fregat en el avileño municipio de Ciro Redondo, devienen fósiles en no pocos lugares del país. Foto: José Luis Martínez Alejo

Así la fábrica de azúcar más moderna de Cuba, situada en el avileño poblado de Pina, registra siete campañas consecutivas sin centrifugar el total de toneladas previstas; y la vecina bioeléctrica (corazón energético de ese inge­nio) suma millones de kilowatts dejados de aportar desde la puesta en marcha en el 2020, aunque este equipo de prensa no tuvo acceso a la información oficial sobre ese tema.

Algunas trabas, además, im­pidieron captar de primera mano lo que ocurre en la industria Uru­guay, de Sancti Spíritus. No obs­tante, por otras vías legales se conoció que le apagaron sus má­quinas en el 2022, debido al de­crecimiento cañero y la falta de recursos para revitalizar el equi­pamiento fabril.

Hubo amabilidad al ofrecer­se los datos del Urbano Noris, de Holguín. “Hizo su última zafra en el 2023. Presentó problemas con su infraestructura energética, incluida la caldera y los turbogeneradores, y necesitaba una reparación capital que no fue posible, pues depende de una inversión”, informó Yoania Merencio Rosillo, del Grupo Em­presarial Azcuba en la provincia.

“Hay que seguir insistiendo en sembrar más caña aunque tam­bién es una realidad que la indus­tria carece de condiciones técnicas para procesarla. En los campos está la evidencia con las grandes cantidades de cañas quedadas y requedadas”, recalcó José Luis Jomarrón Cera, presidente de la unidad básica de producción coo­perativa (UBPC) Diego Felipe, del tunero municipio de Puerto Padre.

Enfatizó que “hay unidades trabajando con el 40, 50, 60 y hasta el 70 % de caña en aquellas con­diciones, que se muelen desfasadas y aumentan el porcentaje de ma­terias extrañas por tallos secos. También las cepas que no se co­sechan pasan a la categoría de re­quedadas y amplían las pérdidas en las industrias.

“A nosotros nos restaron por cosechar 14 mil toneladas de caña con aproximadamente 28 millones de pesos por cobrar. Por otro lado, los impagos de la ma­teria prima, ya suministrada y procesada, perjudica la entrega de anticipos y la compra de insu­mos imprescindibles para la pro­ducción, además, se alteran los costos, pues al no pagar a tiem­po los créditos otorgados por los Bancos, aumentan los intereses y se sufragan cantidades de dinero nada despreciables.

“Hoy se impulsa la producción cañera. El país ha hecho un enor­me esfuerzo y el precio que tiene la materia prima sería muy bene­ficioso y estimulante para los pro­ductores en circunstancias nor­males porque considero que estas medidas llegaron un poco tarde al sector, cuando ya no hay recursos”.

 

Purgar más fuerte

Ahora se trata de purgar más fuerte para separar las impurezas objetivas de las subjetivas. En sus declaracio­nes exclusivas, el secretario general del SNTA se refirió a cuestiones que han dañado al sector y que tienen solución.

“En los controles a los centros la­borales se comprobó que, de las 456 UBPC, 78 no brindaban el servicio de almuerzo a los trabajadores.

“Se discutió con cada junta ad­ministrativa y fueron adoptadas medidas disciplinarias. Muchas de esas entidades habían dejado de producir alimentos. Quedan 12 por resolver el problema, ubicadas en Mayabeque, Artemisa, Las Tunas y Holguín”, recalcó.

¿La bancarización?, un asun­to recurrente. “Reiteran nuestros afiliados las dificultades para ac­ceder a sus salarios porque reco­rren largas distancias y muchas veces no pueden extraer el efectivo o reciben muy poco dinero, tienen que retornar al Banco y así desa­provechan varias jornadas de tra­bajo”, significó a la vez que añadió: “Aunque el asunto continúa sin so­lución, se aplicaron alternativas en algunos territorios”.

No obstante los tropiezos, hom­bres y mujeres empapados de sudor, con botas enfangadas, guantes des­garrados y estrujados sombreros es­tán firmes en puestos claves. Podrán faltar otros indispensables medios de protección pero siguen aferrados a la tierra para reanimar un sec­tor estratégico deprimido contien­da tras contienda. La última fue la peor en más de un siglo.

Fue como una zafra chica des­de la arrancada en noviembre. Tan pequeña que no prendió la llama del sistema de emulación y el mo­vimiento sindical solo reconoció el resultado de las provincias de Cie­go de Ávila, Guantánamo, Artemi­sa y Mayabeque, donde realizaron acciones oportunas de estimulación a los más destacados.

Los trabajadores, más que los in­sumos y los repuestos críticos, han estado siempre arrimados a los plan­tones, a la maquinaria, a los camiones y a las locomotoras, eso merece una temporada grande en la atención in­tegral y no solo el 13 de octubre, día de su celebración como sector.

Aunque el estímulo moral y material devienen entes motivado­res, otras cuestiones debían haber emocionado tanto a los azucareros en relación con lo que más ellos requerían para ser altamente pro­ductivos.

Se conocen las gestiones guber­namentales para insuflar nuevos aires a la que fue nuestra primera industria. Son priorizados negocios con inversión extranjera y alternati­vas con los derivados de la caña.

Pero a corto plazo urgen decisio­nes que eliminen, o al menos mini­micen las causas objetivas descritas por este equipo de periodistas.

Aquí no vale el acertijo de quién fue primero, si el huevo o la gallina. En los preparativos, la arrancada y el desenvolvimiento de la zafra to­dos los involucrados son importan­tes. Lo demás queda en las buenas intenciones y con ellas, no muele el central.

Acerca del autor

Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.

Desde 2005 el periodismo me abre las puertas en Radio Artemisa, con la posibilidad de reorientar mi carrera al cursar estudios en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Soy licenciada en Educación, en la especialidad de Defectología, y ya había cumplido varias tareas, incluso en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Los resultados en el medio radial me condujeron a que, en 2011, al crearse la provincia de Artemisa, ocupara la responsabilidad de Corresponsal Jefa de la Agencia de Información Nacional, nombrada poco después Agencia Cubana de Noticias.
En ese mismo tiempo, alternaba como parte del ejecutivo de la Unión de Periodistas de Cuba, en el territorio, y posteriormente me desempeñé como su Presidenta; hasta que, en agosto de 2014 la dirección del Partido me designó directora del su Órgano Oficial, el periódico El Artemiseño, labor que continúo desempeñando.
Las funciones de dirección siguen aportando a la pasión por el periodismo, de ahí que mantenga publicaciones del acontecer de mi provincia en mi órgano de prensa Artemiseño, y en medios nacionales de comunicación, con mayor estabilidad, y representando tanto de compromiso como de orgullo, en el periódico Trabajadores.

Licenciado en Periodismo (Universidad de Oriente, 1986), máster en Ciencias de la Comunicación (Facultad de Comunicación Universidad de La Habana, 2010). Inició como colaborador (1999) y desde el 2008 es corresponsal de Las Tunas. Profesor adjunto de la Universidad de Las Tunas con categoría de asistente. Cumplió misión en la República de Haití (2000) y en la República Bolivariana de Venezuela (2018-2021). Es colaborar del Periódico 26 y de la emisora provincial Radio Victoria.

Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.

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8 comentarios en Centrales no muelen esfuerzos, ¡muelen caña!

  1. Cuatro comentarios bastan…Por ello solo añado vivencias.
    Las fincas que rodeaban las calles de bateyes les llamaban fincas de «patio». Se utilizaban como apoyo al central cuando fallaba por alguna razón el suministro de fincas más lejanas. Viví en una de ellas: La «Cachacera». Llamada así porque regaba su retoño para la próxima zafra con este residual de la Industria en el proceso de fabricar el azúcar. Entonces el pequeño dueño, el colono no se angustiaba como lo hacen hoy muchos empoderados de fincas, cuando ven que es nula la asignación de fertilizantes, herbicidas, petróleo y demás recursos. Entonces. el dueño de «La Cachacera», limpieza las cepas de forma manual, con pago a jornaleros; porque además si no cumplían con el exigencias por contratos con el dueño del Central terminaba demolíendo la caña que tampoco nunca alcanzó tan altos rendimientos como el mencionado del 100 t/ha. Pero tampoco quien no lo hiciera le era indispensable endeudarse por l9grarlo. Entonces obtaban por cambiar los cultivos. El tema combustible para fincas de patio se resolvía con carretas y bueyes, energía animal. Tales métodos y recursos no garantizan desarro; pero sí mantienen el nivel alcanzado de suministros del producto conocían, el azúcar crudo. (Conocida entonces como azúcar prieta. Así de directo y sencillo sin tanta envolvencia burocráticos administrativa y contable. Simplemente, ¿tengo?; hago. No tengo, entonces cambio de actividad y hago otra cosa que me sea rentable. Gracias.

  2. Es cierto, ahora mismo que todos inician los chequeos y contiendas de zafras azucarera contabilizando la caña para la próxima zafra, la cual como si nada transcurrió de un mensaje al otro de turno la zafra azucarera siempre arranca con igual déficit de materia prima. Tal vez lo más novedoso en los últimos tiempos es escuchar que el fin, el objeto de la zafra de procesar para la obtención de azúcar; viene sufriendo de una fragmentación durante el curso de la fabricación. llegan al mercado en calidad de mercancía sin el acabado final previsto. En cambio nadie piensa desistir de su compromiso de entrega del crudo pactado al mercado nacional; pero lametablemente en lugar de incrementar el volumen de la materia prima originaria. Aceptamos, nos sometemos a poner en riesgo o sacrificar el compromiso con el mercado interno con el flexible fin de obtener divisas intermedias tempranas. Así adelantamos, vendemos, jugos, melasas y mieles entre otros intervalos del producto final, previos a la cristalización de nuestra azucar. Quien sabe si un día podamos vender hasta la misma materia prima sin iniciar el proceso fabril. De ser así, aceptémoslo, planifiquemoslo como incremento; pero no como una urgencias que extrae garantías al producto final industrial; al consumo social de nuestro pueblo.Todo lo demás nos parece reiterativo, ya se conoce como una rutina repetitiva de incumplimientos, atrasos, justificaciones objetivas llevadas al estado de ánimo subjetivo etc; etc. Cada año, uno tras otro emprendemos y quedan archivadas acciones, visitas, controles tolerantes sobre más de lo mismo.
    Cómo señaló recientemente nuestro Primer Ministro: seguimos generalizando la insuficiencia objetiva que nos llega de la modernidad adquirida por el paso economico-social de la Revolución, y lo sumamos con el derrotismo subjetivo que encuentra eco en nuestros cuadros de base, y un poquito más arriba. Lo cierto es que nadie se acuerda sobre como molían los centrales, a la par que asimilaban las nuevas tecnologías de corte, acarreo y procesamiento industrial de la caña azucarera. Reconozcamos que nuestro Fidel las seguía, se sumaba con una de las acciones con soluciones participativas del pueblo. Este siempre lo siguió en cada proeza. En el caso del azucar para abaratar costos con la voluntariedad conciente del esfuerzos colectivo. Cuestión de métodos contemporáneos que hoy se hacen cada vez más dificil pues nos mueven leyes mercantiles y academisistas dentro de la institucionalid ajustada a las nuevas reglas que a veces nos retrocede a modelos, que ni siquiera pertenecen ya a la modernidad y sociedad de mercado donde nacieron y se aplicaron. Hablamos de dolarizacion parcial; de utilidades repartidas antes de resultados incremetados en cualquier dirección etc. Gracias.

  3. A ver, pero en su momento «TODOS» estuvieron de acuerdo en cerrar algunos Centrales Azucareros y uno de ello fue Fidel, queriendo convertirlo en granjas, pueblos y bateyes que dependían de los Centrales hoy día son ruinas y la población ha tenido que valerse por si misma, ya que esas comunidades dependían de esos centrales porque todas las familias por así decirlo durante generaciones trabajaron en los centrales. Se ha dejado morir la industria que por mucho tiempo fue la locomotora de la economía cubana. Hoy chin y Rusia son altos consumidores de azúcar, digo hoy cuando realmente desde hace años han sido así, hubiésemos cambiado azúcar por yutones, o los mismo refrigeradores en su momento. Es triste que hoy día en el hogar de los cubanos no haya azúcar, cuando antes se empataba la azúcar de un mes con otro. No creo y tampoco confío que los centrales azucareros se recuperen, porque solamente con el problema que hay con las centrales eléctricas a las cuales de verdad HAY QUE PONERLE FINANCIAMIENTO, no creo que haya para los centrales azucares, los cuales mucho que aportaron energía en los 90 cuando producían, en aquella época los Centrales Azucareros eran como ENERGAS hoy, por así decirlo. Estamos como antes del 59 según los libros de Historia de Cuba, importadores, pero ahora más que nunca.

    • Muy de acuerdo con su comentario, los CENTRALES AZUCAREROS eran grandes fuentes de empleo de muchos hombres y mujeres de cada comunidad, la dirección del país en su momento decidió cerrarlos, y ahí quedo todo, pero nadie tuvo la osadía ( o por lo menos fue lo que se vio) de enfrentarse y decir que era, es y fue un gran error en mayúscula.

  4. Excelente reportaje, toca cada uno de sus problemas como son, yo pertenezco a la gran familia de los ferrocarriles dónde trabajamos juntos para que la caña llegue a su destino final por eso necesitamos que se revitalice este sector y así no nos afectamos los Ferroviarios ya que somos una gran familia, un binomio perfecto

  5. sin muchos comentarios, en este breve trabajo, sobran las razones, para ver la peligrosa y negativa cascada emprendida por la industria azucarera cubana, ya sea por bloqueo , desidia o falta de prioridad financiera y en los abastos de insumos, sin los cuales no es posible sostener esta agroindustria.

    Gracias al equipo de profesionales y periodistas por su trabajo..

    • El agradecimiento es para ustedes que nos leen, y reconocen valor en lo que hacemos. Ojalá podamos devolverle el dulzor a los campos cubanos.

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