Holguín.— Como el acto de “buscarles constantemente las cosquillas a los equipos” definió recientemente un trabajador el quehacer cotidiano de los innovadores.

Lo planteado de manera bien cubana en la Tercera Conferencia Provincial de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) describe acertadamente a Yanier Batista Batista, quien asegura que “antes de que pueda fallar alguna maquinaria voy pensando en cómo sustituirla o buscarle una mayor durabilidad”.
Bajo esa perspectiva previsora es que pudo evitar el colapso de un condensador evaporativo de amoniaco en el establecimiento 1201 de la unidad empresarial de base (UEB) Frigorífico Holguín, y de paso ahorrarle miles de pesos al país, lo que le mereció en enero de este año el Premio de Mayor Impacto Económico y Social que otorga la Anir.
Yanier explica que dicha instalación tiene el objetivo de brindar servicios de conservación de productos alimenticios a través de 24 cámaras de refrigeración y contaba con un condensador chino de marca Binshang CXV 38 en notable estado de deterioro.
“Ese tipo de pieza la fabrican con un galván de poca calidad. Son desechables para sustituir cada cinco años. Entonces tuve la idea de cambiar su estructura metálica por una de hormigón armado”, comenta y añade que esa modificación, que también se generalizó a un segundo condensador del centro, permitió dejar de erogar más de un millón 288 mil 556 pesos por concepto de sustitución de importaciones.
Quien hoy es administrador del centro 1201, construyó allí una trayectoria ascendente en el mundo de la mecánica. Refiere que ante el mal estado de los ventiladores de dos motores de 5,5 y 12 kilowatts (kW) decidió sustituirlos por cuatro motores cubanos más pequeños pero con mayor fuerza y disminuyó así el consumo energético del condensador.
“Si tenemos en cuenta que estos condensadores trabajan las 24 horas, tendremos un ahorro de 496,8 kW/día”, apunta. Señala, además, que la innovación incluyó la eliminación de tres pedestales, tres poleas y seis correas, lo que permite dar un mejor mantenimiento y mejora las condiciones de trabajo de los operadores.
En la caracterización de la innovación se precisa que de forma general garantiza la seguridad de la instalación al eliminar toda la estructura metálica sometida al deterioro por la intemperie y a la oxidación por el flujo de agua, alargando considerablemente la vida útil del condensador. A la vez reduce importaciones, al punto de solo necesitar la compra de algunas partes y piezas.
Los beneficios vistos hasta aquí surten efecto desde finales del año 2023, por suerte no se limitaron al territorio holguinero, pues se han implementado también en el Lácteo de Las Tunas y en los frigoríficos de Granma e Isla de la Juventud.
Yanier, con 47 años de edad, se graduó en plena juventud de técnico de nivel medio en veterinaria, mas el Frigorífico lo acercó a la atención de “animales mecánicos”, lo que hoy le hace sentir plena satisfacción.
No por casualidad sino a ritmo de ideas y esfuerzos extras su portafolio de reconocimientos incluye el Sello 8 de Octubre, la distinción Pedro Marrero y la de Innovador Destacado en varias ocasiones.
“Ser anirista para mí significa mucho porque estoy contribuyendo con el ahorro en el país. Es un orgullo hacer y solucionar”, afirma, mientras adelanta con emoción las próximas inventivas que le dan vueltas en su cabeza y suman propósitos a su diaria labor.


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Trabajadores como Yanier, con ganas de ganarle al tiempo en deterioro e inventando soluciones, debería existir en cada empresa cubana. Esto se hace necesario debido a que las consecuencias del bloqueo no hace fácil la vida a equipos de todo tipo en el país. Deben existir también directores que tengan la misma prioridad. Entonces se hace más fácil poder resistir y continuar a mantener en marcha muchas de nuestras empresas nacionales. Gracias Yanier por tu amor a lo que haces que contribuye al bienestar del pueblo holguinero.