Rutas y Andares, el juglar de La Habana

Rutas y Andares, el juglar de La Habana

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“Rutas y Andares es parte de una proyección que tiene que ver con la vida participativa de los ciudadanos en la cultura de su país, y fundamentalmente de los habaneros. Yo creo que hay que unirse a esa campaña por el adecentamiento de las costumbres públicas que sale precisamente del disfrute por parte de todos del conocimiento de cada cosa, de cada rincón, de cada sitio, lo cual conlleva un acto de respeto, de goce y disfrute.”

Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, 2019, clausura de Rutas y Andares

 

Cartel: Alberto Masvidal

En el hermoso y noble empeño de rescatar ruinas y descubrir memorias que ocupa a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), el proyecto Rutas y Andares para Descubrir en Familia (RyA) ha sido el juglar, el que va contando y viviendo la historia.

Lo que comenzó en el 2001 como una iniciativa para visibilizar el quehacer de las instituciones de la Oficina se ha convertido en una de las principales opciones recreativas de la ciudad en el verano y ha conseguido acercar a la familia cubana al patrimonio histórico-cultural atesorado en el Centro Histórico.

El proyecto inicial no fue como el que conocemos hoy pues su esencia dialéctica le ha permitido evolucionar y crecer. A las primeras Rutas (visitas de museo en museo) se sumaron los Andares o recorridos especializados, modalidad que enriqueció el turismo cultural y que en las últimas ediciones salió de los límites del Centro Histórico y llegó al Barrio Chino, al Vedado, a Regla, a Cojímar, a Marianao y a Miramar.

Las propuestas han privilegiado la interacción de las familias con los guías, que en realidad son historiadores, ingenieros, arquitectos, museólogos, filólogos…, personas de profesiones diversas que habitualmente desempeñan otras funciones en la OHCH.

Durante este cuarto de siglo, la iniciativa ha propuesto nuevas lecturas a la ciudad y a la manera en que los museos y centros culturales se relacionan con los públicos. En ese camino ha demandado la participación activa de expertos capaces de conducir los recorridos y comunicarse con un público heterogéneo; a lo que se suma un sinnúmero de coordinaciones logísticas que van desde la disponibilidad de capacidades para cada propuesta hasta el audio con que se apoya a los guías y cualquier otro detalle que demande el buen hacer sobre el terreno.

 

El Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler fue un inspirador permanente de Rutas y Andares, así como de iniciativas como Niños Guías del Patrimonio, que en la etapa de receso escolar pone a prueba lo que los pequeños han aprendido a lo largo del curso. Foto: tomada de Habana Radio

 

Otra de los resultados positivos de RyA en este primer cuarto de siglo fue que pudo sintonizar los públicos externos e internos de la Oficina con la idea de que el museo, además de conservar e investigar, debe comunicar su labor desde una concepción contemporánea, por eso cada edición ha estado abierta a la iniciativa y el talento de todo aquel que aporte iniciativas atractivas y novedosas, sobre todo teniendo en cuenta el alto número de familias que repiten la experiencia año tras año.

RyA ha propiciado además la participación de instituciones ubicadas más allá del Centro Histórico, entre los que podríamos mencionar el Instituto de Recursos Hidráulicos, con la gustada Ruta del Agua; así como artistas de las artes plásticas, músicos, intelectuales y escritores de gran valía.

El proyecto fue pensado como un gran juego de participación en el que las familias vencen metas a medida que asisten a visitas y recorridos. En el año 2005 la premiación consolidó su carácter cultural al distinguir a los ganadores con el título de Familias Rutas y Andares, condición que les garantiza una atención personalizada desde el Centro de Información Cultural, así como la posibilidad de disfrutar gratuitamente, todo el año, de espectáculos, conciertos y recorridos de alta valía organizados por la OHCH.

Este año RyA incluye 40 recorridos por museos y más de 200 por espacios públicos del Centro Histórico; 35 Andares Virtuales y 23 opciones especiales para niños, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad o discapacidad; así como más de 90 talleres.

 

En la conferencia de prensa realizada este jueves en el Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario se anunció que el Plaza Viva de este viernes 4 de julio estará dedicado a las propuestas de museos y centros culturales que tributan a la venidera edición de Rutas y Andares. Las ofertas culturales, gastronómicas, recreativas y de servicios comenzarán a las 2:00 pm. A las 6:00 pm la Colmenita de Cuba se adueñará del escenario y de toda la Plaza Vieja para saludar el primer cuarto de siglo de RyA. Foto: Néstor Martí

 

Para alcanzar la condición de Familia Rutas y Andares los participantes deberán presentar su Ticket Único con más de cinco opciones firmadas por los guías. La recepción de esa información comenzará el 18 de agosto en el Centro de Información Cultural, del Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario (Muralla, esquina a San Ignacio, Plaza Vieja).

El ticket tiene un costo de 50 cup y cubre cuantos recorridos las personas sean capaces de realizar. Se puede comprar en su variante impresa en el Museo de la Ciudad (Palacio de los Capitanes Generales) o digital, a través del sitio La Papeleta (www.lapapeleta.cu).

Los ganadores de la condición Familia Rutas y Andares obtendrán el privilegio adicional de recorrer obras del Centro Histórico recién culminadas o en proceso, como Nodo Habana, en el Malecón; o el antiguo Convento de Santa Clara, devenido colegio internacional para enseñar las artes y oficios asociados al patrimonio.

 

Mirarse por dentro

La misión de coordinar y hacer coherente cada propuesta corresponde a la Dirección de Gestión Cultural de la Dirección de Patrimonio, y a su líder Katia Cárdenas que, junto a Lilibeth I. Bermúdez, Ailed Vega y Carlos Alberto Masvidal, idearon y consolidaron el proyecto.

 

Perla Rosales, directora adjunta de la OHCH, reconoció ante la prensa y los actores locales y foráneos reunidos este jueves en el Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario, el rol esencial desempeñado por Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural de la OHCH, en la creación y mantenimiento del proyecto Rutas y Andares a lo largo de estos 25 años. Foto: Néstor Martí

 

Sería imposible nombrar al equipo interdisciplinario que ha participado en todos estos años y que ha estado compuesto por investigadores socioculturales, comunicadores, promotores culturales, museólogos, historiadores, arquitectos e ingenieros… Ellos han hecho posible cada edición insertándose en el cronograma de trabajo de RyA que se despliega todo el año y comienza con la concepción, planificación y organización de cada propuesta hasta su puesta en práctica y evaluación.

“RyA ha contado con el acompañamiento de estudios que han permitido evaluar sistemáticamente el proyecto y tomar en cuenta las necesidades y demandas del público”, explicó Dariadna Barrios Tabares, quien durante muchos años dirigió el equipo de investigaciones de Gestión Cultural.

“Esto permitió conocer las características e intereses de quienes nos visitan y también proyectarnos hacia aquellos sectores que, por determinada razón, se mantenían distantes y queríamos atraer. Con esos resultados trazamos estrategias para crear o diversificar opciones. Así sucedió, en su momento, con adolescentes y personas adultas mayores para quienes creamos a+ espacios adolescentes y Contigo somos más, así como las modalidades de Ruta joven y los Andares virtuales, los cuales nacieron de una sugerencia de quienes, por su edad, no podían participar en largas caminatas.

“Otra de las propuestas del público fue integrar más a los actores locales; crear recorridos con servicio de interpretación para personas sordas; e incorporar al proyecto Somos Uno, iniciativa destinada a niños/as y adolescentes con discapacidad físico motora y a los del Hogar de Asistencia Social San José, del municipio de Centro Habana.

 

Durante muchos años Dariadna Barrios Tabares dirigió el equipo de investigaciones de Gestión Cultural. Foto: Néstor Martí

 

“Si RyA no hubiera incorporado la dimensión investigativa y no hubiera tenido la capacidad de leer críticamente cada edición para incorporar las perspectivas y sugerencias de los visitantes a partir de los resultados de los estudios de público, difícilmente hubiera perdurado 25 años”, concluyó Barrios Tabares.

“Luego de un cuarto de siglo, y tomando en cuenta los resultados de esa evaluación permanente, se impone cambiar la manera en que lo gestionamos para adecuarlo a las nuevas formas que se han ido abriendo paso en la Oficina, en consonancia con la transformación digital del país y la Ciudad Inteligente que pretendemos construir”, explicó Katia Cárdenas.

“Hemos propuesto, para el 2026, la creación de una Bitácora Creativa que se organizará desde el aporte de cada uno de los gestores de la actividad cultural, sean instituciones de la Oficina o proyectos culturales ubicados en el Centro Histórico. La iniciativa es coherente con el espíritu creativo y de participación equitativa que distinguió a RyA desde su fundación y favorece el diálogo directo con los públicos que a partir de ahora podrá interactuar directamente con quienes diseñan y manejan cada una de las opciones”.

 

En el 2010 el proyecto fue distinguido con uno de los premios del concurso Iberoamericano de Educación y Museos, iniciativa intergubernamental vinculada a la Secretaria General Iberoamericana, con apoyo de la Organización de los Estados Iberoamericanos, el Instituto Brasileño de Museos y la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Foto_ Néstor Martí

 

Cultura y arte como afluentes esenciales

La cultura y el arte son afluentes esenciales de la nación, soportes espirituales de la cubanía. RyA se las ha ingeniado para hacer tangible esa certeza integrando en cada edición referentes de la literatura, la música, las artes plásticas….

“Una de las modalidades que cobró fuerza en las últimas ediciones es la vinculada a los andares especializados en las artes y la literatura, que involucra a expertos, quienes fungen como guías, y a creadores que ilustran, desde el arte, el contenido explicado”, expuso la poeta y ensayista Yanelys Encinosa, artífice de algunas de esas iniciativas y que actualmente labora como especialista principal del  departamento de Programas Culturales y Proyectos Educativos de la Dirección de Gestión Cultural de la OHCH.

 

Yanelys Encinosa, especialista principal del  departamento de Programas Culturales y Proyectos Educativos de la Dirección de Gestión Cultural de la OHCH. Foto tomada de Cubaliteraria

 

“Estos andares facilitan el conocimiento sobre el patrimonio cultural desde una visión más participativa e integral, pues compendia el conocimiento histórico sobre los procesos artísticos y literarios con la visión que, en su quehacer cotidiano, ofrecen los creadores”, señaló.

Entre los recorridos enfocados en esos temas culturales, Encinosa recuerda La Habana de Cecilia Valdés, que involucró a narradores orales, cantantes líricos, cineastas y especialistas literarios para conmemorar los 140 años de la publicación de la célebre novela de Cirilo Villaverde que, años más tarde, en 1932, inspirara la zarzuela homónima de Gonzalo Roig y el largometraje Cecilia, de Humberto Solás, en 1982.

También mencionó el Andar por el Prado Cultural, que hilvanó huellas de la literatura y el arte a través de las instituciones, proyectos socioculturales o sitios emblemáticos ubicados en esa arteria de la capital; y el Andar por La Habana de Orígenes, que indagó en torno al legado de importantes intelectuales cubanos y tuvo como punto de partida el Museo José Lezama y culminó en Casa de la Poesía.

“Una de las propuestas más completas fue La Habana de Carpentier, abundó. La iniciativa fue organizada a propósito del aniversario 120 del escritor e implicó una investigación profunda sobre la vida y la obra de Alejo Carpentier para concebir seis recorridos que conectaron piezas emblemáticas de su producción literaria con miradas a temas afrocubanos; a la relación con la cultura francesa; a las visiones carpenterianas de América, el proceso de conquista y colonización; así como su relación con la arquitectura habanera, la música, los estudios musicológicos. El andar sobre ese último ítem fue guiado por expertos del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas y fue uno de los recorridos más gustados de esa edición”.

Precisamente la obra del compositor Esteban Salas, los murales de la Habana Vieja, las esculturas y bustos de escritores y artistas en el Centro Histórico, han inspirado otras de las experiencias que acercaron al público al hecho artístico y a sus creadores.

 

Los que permanecen

Entre los especialistas que han acompañado los avatares de RyA desde los primeros años y permanecen activos destacan Antonio Quevedo, director de Museos Arqueológicos, de la dirección de Patrimonio Cultural; y Yamira Rodríguez Marcano, jefa del grupo de investigación histórica de la Empresa de Proyectos RESTAURA, de la OHCH.

 

El experto Antonio Quevedo durante un recorrido por Castillo del Príncipe. Foto tomada del Facebook de Museos Arqueológicos de4 la OHCH

 

“Nuestra mayor preocupación en los inicios del proyecto era de cómo transmitir los temas de la arqueología a un público general, pero el resultado de todos estos años ha sido gratificante, explicó Quevedo.

“En mi memoria hay un lugar muy especial para aquel primer Andar la Arqueología que hicimos los martes de julio y los viernes de agosto del año 2003. Empezábamos a las 10 de la mañana y en muchas ocasiones eran las 2 de la tarde y aún estábamos caminando bajo el sol y calor del verano que nos acompañan siempre. En esa ocasión recibimos 465 personas.

“Otras experiencias inolvidables fueron los talleres para niños En busca del pasado, organizado por el Gabinete de Arqueología. En el 2015 los pequeños, después de recibir un entrenamiento teórico, nos acompañaron a visitar la región pictográfica de Guara, donde exploramos una cueva. En el 2016 nos centramos en la arqueología subacuática y los niños pudieron bucear un pecio ubicado al Este de La Habana gracias al apoyo de varios clubs de buceo que, en ese momento, tenían relaciones de trabajo con el Gabinete. La última edición fue en el 2017, ocasión en la que participaron de la excavación arqueológica del fuerte San Dionisio, en Boca de Jaruco.

“El trabajo con los pequeños apasiona y actualmente se mantienen los talleres de verano Niños guía del patrimonio, que nos ofrecen la estimulante oportunidad de ver a los pequeños explicando nuestras colecciones.

“Actualmente llevamos cuatro años de Andares por el sistema de fortificaciones de La Habana colonial. Existe una sensibilidad muy grande con respecto a ese tema, lo confirma la cantidad de público que recibimos cada temporada, incluso en la del 2024 que fue virtual, modalidad en la que fuimos pioneros, aún antes de la pandemia. La propuesta de este año hará énfasis en la artillería, la que ha sobrevivido y la que hemos hallado en diferentes incursiones arqueológicas”, concluyó Quevedo.

 

Yamira Rodríguez Marcano, jefa del grupo de investigación histórica de la Empresa de Proyectos RESTAURA, de la OHCH. Foto: Néstor Martí

 

Para Rodríguez Marcano, RyA es “una enseñanza, una experiencia única para el trabajo de los especialistas de la OHCH y un espacio de retroalimentación colectiva, una oportunidad de socialización increíble y una muestra de que la inclusión sí se puede. En los últimos años, gracias a la coordinación del proyecto Cultura entre las manos, hemos contado con la participación de la comunidad sorda de La Habana junto a un intérprete del lenguaje de señas. La experiencia ha resultado exitosa”.

Desde la segunda edición, la arquitectura se desprendió como un Andar individual. Rectorado por RESTAURA y con una frecuencia semanal en los meses de julio y agosto, la iniciativa ha recibido la colaboración de especialistas del Plan Maestro, de la Dirección de Patrimonio, de la Dirección de Inversiones, así como estudiantes y graduados de la especialidad de Historia del Arte, de la Universidad de La Habana, y de la facultad de Arquitectura de la Cujae.

“Organizamos un programa que abarcó la mayor cantidad de temas posibles, como si se impartieran clases a un aula. Las familias participantes y los guías se preparaban para recorridos de alta calidad. No todos los especialistas tenían habilidades para comunicar, pero sí el deseo de hacerlo lo mejor posible. Se fueron explicando los estilos arquitectónicos y sus detalles; las diferentes tipologías; las plazas y plazuelas; las calles más importantes y a dónde había llegado con más fuerza la restauración; los paseos como Paula y el Prado; los barrios extramuros, hasta llegar al Vedado, Miramar y el Cementerio Cristóbal Colón, por sólo citar unos ejemplos.

“Siempre quisimos que el discurso del Andar la Arquitectura fuera una fusión mágica de historia, arte, arquitectura y restauración. Creo que eso explica por qué nos hemos mantenido entre los preferidos. Cada tema demandó estudio, preparación, ensayo del Andar, sin obviar la improvisación que llega para agregar valor a lo que hacemos. Mantener la calidad del producto que ofrecemos es básico pues, de alguna manera, resume nuestro trabajo y el de la Oficina del Historiador; nos permite, además, seguir la utopía de Leal, caminar tras sus pasos y sueños”, sentenció Rodríguez.

 

Proyecto con identidad visual

“La mayor parte de mi trabajo está vinculado al diseño de libros para un público especializado o interesado en la materia que aborda, confesó Masvidal a esta reportera. RyA, en cambio, es de lo poco que hago para todos, por eso buscamos que la gente lo sienta cercano, es más abierto, popular y simpático que cualquier otra iniciativa de la Oficina del Historiador. Ello explica ciertas libertades visuales que se expresan en el uso del humor, del color y el mucho cielo, en referencia al concepto de amplitud y libertad que tiene el proyecto en sí.

 

Durante 25 años la visualidad del proyecto ha estado a cargo del premio nacional de diseño Carlos Alberto Masvidal. La imagen es un resumen de 25 años de intensa y fructífera labor.

 

“El primer símbolo que usamos fue el de las losas donde se escriben los nombres de las calles de La Habana Vieja, que distinguen visualmente al Centro Histórico desde hace muchísimo tiempo. Pronto descubrimos que las imágenes puramente decorativas comenzaban a quedarse cortas y que, desde el diseño, teníamos un universo infinito de posibilidades para un proyecto como ese, hecho para la gente.

“El proceso de cada año nos dejaba exhaustos pues tras definir la idea central y la imagen, debíamos insertarla en cada uno de los espacios y soportes; pero esa sensación duraba poco, hasta que empezábamos a trabajar en lo que haríamos para el verano siguiente.

“Recuerdo la edición en que usamos a Mercurio, el de la Lonja del Comercio. Apelamos al humor fino e hicimos que la figura se desprendiera de su base y saliera a recorrer la Habana. Tuve que tener mucho cuidado para que algunos no se espantaran con las partes púbicas que desde cierto ángulo podían vérsele a la escultura. Otro año usamos al Caballero de París, y en ese caso bastó cambiar la perspectiva para ‘ponerlo a caminar’.

“Como esas tengo mil historias que incluyen censores y revisionistas, pero ahí estaba Eusebio Leal para frenarlos. Él entendió que esto era un diseño que necesitaba ser más fresco, más suelto, sin perder el hálito que distingue la visualidad del Centro Histórico y de la Oficina del Historiador. Siempre nos apoyó, entendía, aprobaba y defendía nuestras propuestas. Nos dio confianza y con ella un nivel de responsabilidad enorme.

“Rutas y Andares tiene identidades visuales complejas, que deben funcionar en una lona vertical de un metro por cinco de alto, en el pullover de los guías, en un plegable, en la web, en el spot televisivo, en las vallas de las plazas y de entrada a la ciudad… Y todas esas versiones tienen que enganchar una con otra y fusionarse.

“Detrás de la visualidad de cada edición hay un trabajo bien pensado, que conecta mi carrera de todos estos años. Hay diseñadores que saltan de un sitio a otro y van dejando su obra por muchos sitios. Yo no, soy los que se queda y profundiza en un mismo tema hasta llevarlo a niveles que considero óptimos.

“Desde el punto de vista del diseño, RyA ha tenido años felices, otros no tanto. La pandemia, por ejemplo, la recuerdo como un golpe terrible pues todo quedó en el ámbito virtual; pero en general siento orgullo, no puedo describir mi alegría cuando La Habana, sobre todo el Centro Histórico, empieza a engalanarse, a florecer, con imágenes, vallas, banderolas… En esos diseños está una parte de mi vida. Es nuestro hijo querido. Nunca pensé que llegaríamos a 25 ediciones y me parece que empezamos ayer. Ha llegado el momento de cambiar. Estoy seguro de que, a Katia, a Lili, y a Ailed les sucede lo mismo.

 

Durante el 2020 y parte del 2021, cuando el país se vio obligado a guardar cuarentena, Rutas y Andares se convirtió en un “un abrazo virtual” con el público y auspició recorridos y talleres de temáticas diversas desde plataformas como Whatsapp, Facebook y las páginas web institucionales.

 

“RyA ha sido un desafío, un reto trágico y encantador. Trágico porque nunca sabíamos qué propuesta íbamos a hacer; y encantador por el impacto que finalmente tenía en la gente. Conozco personas que identifican épocas de su vida con determinada edición del proyecto y su visualidad, eso es a lo máximo que podíamos aspirar, sobre todo yo como diseñador, que mi trabajo forme parte de los recuerdos de alguien”.

 

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