Israel e Irán: tensión bélica en aumento

Por Álvaro Yoel García Peña, estudiante de Periodismo

Tras cinco días de ataques mutuos, las sirenas antiaéreas han vuelto a sonar este 16 de junio en territorio iraní, así como en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y otras localidades de Israel.

Medios informaron que la defensa aérea israelí no pudo interceptar una decena de misiles iraníes de los 100 lanzados como parte de la operación Promesa Verdadera 3. Cuatro de ellos impactaron en Tel Aviv.

Según las agencias de noticias IRNA y Tasnim el aeropuerto internacional Ben Gurión y la base aérea de Navatim fueron alcanzados por misiles balísticos salidos del país persa. También señalaron que los proyectiles iraníes impactaron en Haifa, específicamente sobre la fábrica de la compañía militar Rafael, entidad que participó de la construcción Cúpula de Hierro, sistema de defensa antiaérea diseñado para proteger el territorio israelí.

En el transcurso del día las fuerzas aéreas de Israel bombardearon la sede de la Radio y Televisión estatal de Irán en medio de transmisiones en vivo. A pesar de la agresión, la presentadora SaharEmami salió em vivo minutos después del ataque, en un acto que la televisión iraní describió como símbolo de resistencia frente al intento de silenciar al pueblo.

Este martes israel volvió a sentir los estragos de la respuesta iraní. Las fuerzas de defensa identificaron el lanzamiento de misiles desde Irán hacia su territorio y aseguraron que sus sistemas de defensa «trabajan para interceptar la amenaza». Así lo comunicó un portavoz de la cartera castrense en sus redes sociales, agregando que fueron activadas las alertas en varias partes del país.

Por su parte, el general de las fuerzas terrestres del Ejército iraní, Kiomars Heidari, anunció este martes que pronto se intensificarán los ataques contra posiciones estratégicas de Israel y que «durante el último día y la última noche, diversos tipos de drones destructivos arruinaron posiciones estratégicas del régimen sionista con sus capacidades destructivas y de precisión», en lugares que incluyen a Tel Aviv y Haifa.

Los combates han dejado un saldo devastador. El portavoz del Ministerio de Salud del país persa, Hossein Kermanpour, comunicó el domingo que la cifra de fallecidos asciende a 224 personas, y precisó que el 90 % de las víctimas mortales, así como de heridos, son civiles, entre ellos mujeres y niños.

Los contraataques iraníes dejan ya unos 24 muertos y centenares de heridos desde el viernes, según las autoridades de Israel.

Ataques y respuestas

En la madrugada del pasado viernes 13 de junio, el Estado sionista de Israel lanzó una serie de ataques aéreos y con misiles contra instalaciones nucleares en Natanz e Isfahán, bases militares, refinerías de petróleo y sedes del Ministerio de Defensa en Teherán, violando una vez más el derecho internacional.

Lo que comenzó como una operación militar israelí (Operación León Naciente) para neutralizar el programa nuclear de Irán se ha convertido en un conflicto abierto que amenaza la estabilidad de Oriente Medio y el riesgo de una guerra más amplia.

Poco después del inicio de los ataques, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que el objetivo de los mismos es «contrarrestar la amenaza iraní a la propia supervivencia de Israel» y advirtió que la ofensiva se extenderá durante los días que sea necesario.

«Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para el Estado de Israel y una amenaza significativa para el resto del mundo», afirmó, mientras compartió que desde noviembre del año pasado había ordenado a sus fuerzas armadas que se prepararan para atacar Irán.

Entre las primeras bajas iraníes se encuentran altos mandos militares, entre ellos el mayor general Mohammad Baqeri, jefe del Estado Mayor del ejército y segundo al mando, solo precedido por el líder supremo iraní Alí Jameneí; asì como el general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica, parte de las fuerzas armadas del país.

El domingo también se reportó la muerte del general de brigada Mohammad Kazemi, jefe de inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.

También fueron asesinados Fereydoun Abbasi y Ahmad Reza Zolfaghari Daryani expertos en ingeniería nuclear; Mohammad MahdiTehranshi, Amir Hassan Fakhahi y Mansour Asgari, expertos en física; Abdulhamid Minoushehr, experto en física de reactores. Saeed Barji, experto en ingeniería de materiales; Akbar Motalebi. Zadeh, experto en ingeniería química; y Ali Bakhouei Katirimi, experto en mecánica

El gobierno iraní, calificó el ataque como una «declaración de guerra» y condenaron enérgicamente estos hechos y respondieron con oleadas de misiles contra ciudades israelíes como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa. Como consecuencia también se congelaron los diálogos en materia nuclear con EE. UU.

«El régimen sionista se ha preparado a sí mismo un destino amargo y doloroso… El crimen no quedará impune», fue la respuesta del líder supremo de Irán el ayatolá Alí Jamenei tras los ataques de Tel Aviv.

Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, declaró este domingo que las recientes ofensivas son una respuesta directa a lo que calificó como una «invasión de territorio iraní» por parte de Israel.

Asimismo, alertó sobre el riesgo de que el conflicto se extienda a toda la región del golfo Pérsico, lo que podría tener consecuencias globales, y pidió a la comunidad internacional una condena clara del ataque a instalaciones nucleares.

Reacciones internacionales

Gobiernos de distintas partes del mundo expresaron su rechazo ante los ataques perpetrados por el estado sionista de Israel. En sus declaraciones, los líderes reflejaron su preocupación por la estabilidad, la paz, la seguridad y el respeto al derecho internacional.

En una nota de la cancillería rusa, dada a conocer el sábado, el ministro de exteriores Serguéi Lavrov subrayó una vez más que Moscú condena la acción de fuerza de Israel contra Irán, emprendida en violación de la Carta de las ONU y de las normas del derecho internacional.

El jefe de la diplomacia expresó igualmente que Rusia reafirma su disposición a seguir contribuyendo a los esfuerzos para resolver la situación en torno al programa nuclear iraní y desescalar el conflicto entre Irán e Israel.

El mismo día en una nueva llamada telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin, este último le expresó su condena a estos ataques y la grave preocupación por una posible escalada del conflicto, que «tendría consecuencias imprevisibles para toda la situación en la región de Oriente Medio». El magnate neoyorquino dijo en una entrevista a ABC News que estaría «abierto» a que Putin sea mediador en el conflicto.

Desde América Latina, varias fueron las naciones que expresaron su condena. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez rechazó en su cuenta de X las acciones de Tel Aviv.

Por su parte, el Gobierno de Nicaragua calificó de cobarde el ataque y afirmó que «violenta todas las leyes, normas de la convivencia y tratados internacionales. Israel continúa exponiendo, grave e irresponsablemente al mundo, a una guerra de incalculables proporciones y consecuencias», reza el comunicado emitido por el gobierno nicaragüense.

Desde Jordania, el rey Abdullah II, consideró el domingo que la agresión israelí infringe el derecho internacional y constituye una violación de la soberanía de la nación persa.

El viernes, luego de los bombardeos FDI, el secretario de Estado Marco Rubio negó que Washington estuviera involucrado en los bombardeos. «Esta noche, Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. No participamos en ataques contra Irán, y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región», aseguró el alto funcionario.

En tanto las declaraciones del mandatario estadounidense Donald Trump difieren con lo antes dicho por su gobierno afirmando que sabían todo. «Hace dos meses, di a Irán un ultimátum de 60 días para llegar a un acuerdo». ¡Deberían haberlo hecho! Hoy es el día 61. ¡Ahora tienen, quizás, una segunda oportunidad!», escribió en su red social Truth Social. Además, dijo en otro mensaje que «Irán debe llegar a un acuerdo, antes de que no quede nada».

De igual forma el canciller iraní acusó a Estados Unidos de complicidad, al afirmar que hay pruebas de apoyo operativo de fuerzas estadounidenses a los ataques israelíes. Afirmó que a pesar de las declaraciones privadas de Washington negando su implicación, hay evidencias de lo contrario y exigió una postura pública y clara.

«Hemos recibido mensajes de EE.UU. a través de diversos canales durante los últimos dos días indicando que no está involucrado, pero no creemos en esta afirmación. Si hacen tal afirmación, sería bueno que la expresaran explícitamente. Un mensaje privado no basta», aseveró.

Por otra parte, el sábado el periódico estadounidense The Wall Street Journal informó, citando a un funcionario israelí, que Tel Aviv no descarta eliminar al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, en el marco de su agresión. Sin embargo, fuentes gubernamentales citadas por CNN afirman que Trump habría vetado el plan.

Este lunes en una entrevista a ABC NEWS el primer ministro del país hebrero fue preguntado sobre si Israel atacaría al líder supremo a lo que respondió que su país está «haciendo lo que tenemos que hacer». Además, dijo que su muerte «no va a intensificar el conflicto, va a ponerle fin«.

La escalada entre Tel Aviv y Teherán ha trascendido el ámbito bilateral, lo que podría convertirse en una crisis global con ramificaciones humanitarias, energéticas y de seguridad nuclear.

Mientras Netanyahu insiste en que su objetivo es «evitar que Irán obtenga armas atómicas», la comunidad internacional enfrenta el desafío de evitar una guerra total en una región ya fracturada. La pregunta ahora es si la diplomacia logrará detener una espiral que, hasta ahora, solo ha dejado ruinas y dolor.