Por el 67 aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, la provincia de Villa Clara celebró este sábado 27 de diciembre su acto central en el municipio de Placetas, territorio que mereció la sede por sus resultados integrales durante el año.
Desde horas tempranas, el parque Rafael Casallas —símbolo de la toma de la ciudad por tropas del Che Guevara en diciembre de 1958— acogió a una multitud que no solo conmemoró la efeméride, sino que también celebró los logros colectivos alcanzados en sectores clave como la producción, los servicios sociales y la defensa civil. La jornada fue, además, una oportunidad para mostrar cuánto puede avanzar un territorio cuando se articulan el esfuerzo institucional, la iniciativa local y la participación ciudadana.
El acto político-cultural estuvo presidido por el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien recibió la distinción Hijo Ilustre de Villa Clara por su trayectoria y compromiso con la patria. «Nuestro compromiso sigue siendo, como siempre hemos dicho: servir a la Revolución. ¡Patria o Muerte!», expresó al agradecer el reconocimiento.
Junto a él, participaron Susely Morfa González, primera secretaria del Partido en Villa Clara, Milaxy Sánchez Armas, gobernadora provincial, y dirigentes de organismos e instituciones del territorio. Como parte del homenaje, las máximas autoridades depositaron una ofrenda floral en la base del monumento que recuerda la entrada del Che a Placetas el 23 de diciembre de 1958. El gesto marcó el inicio de una jornada que combinó memoria histórica con proyección de futuro.
Cárnicos Copey: producción con rostro humano
Una vez concluido el acto, las autoridades visitaron la Sociedad Mercantil Porcinos Placetas SRL, que opera bajo la marca registrada Cárnicos Copey. En este sitio, donde confluyen la eficiencia productiva y el compromiso social, se constataron los avances en infraestructura, sostenibilidad y encadenamiento local.
La entidad cuenta con fábrica de piensos, matadero propio y una línea de productos que saldrá al mercado próximamente bajo la marca Copey e incluye entre sus productos perniles, paletas, costillas, hamburguesas y picadillo. Como parte de su estrategia de acercamiento al pueblo, comercializarán 25 animales en la próxima feria, a 500 pesos la libra, un precio por debajo del mercado informal.
Pero más allá de los indicadores, lo que distingue a Cárnico es su vocación social. Atienden mensualmente a niños con enfermedades terminales, apoyan al hospital, al hogar materno y a centros educativos. También han incorporado paneles solares en su centro de recepción y mejorado las condiciones laborales de sus trabajadores. «Ayudar no es la palabra: es nuestra prioridad social», afirmó su gerente, José Ramírez González, al mostrar las áreas rehabilitadas y los sistemas automatizados que garantizan eficiencia energética y seguridad sanitaria.
Hospital: dignidad que se construye
Otro punto del recorrido fue la sala de Medicina Interna del hospital Daniel Codorniú Pruna, recién reabierta tras un proceso de rehabilitación integral. Con capacidad para 22 camas, esta área llevaba años sin recibir mantenimiento debido a su complejidad estructural y alta demanda asistencial.
La intervención incluyó la sustitución de redes hidrosanitarias, la reparación de baños, la mejora del sistema eléctrico, la pintura general y la instalación de nuevas puertas. Productores locales colaboran en la restauración del mobiliario, que se completará en los primeros días de enero.
El doctor Yasiel Álvarez Ruiz, director del centro, explicó que esta obra forma parte de un plan quinquenal que ya abarca otras salas como Pediatría y el ala quirúrgica, «es compromiso, trabajo personalizado y lucha diaria por brindar mejores servicios al pueblo».
En las conclusiones del acto, Susely Morfa González dejó claro que el homenaje no era un cierre, sino un punto de partida. Su intervención combinó el reconocimiento al esfuerzo colectivo con una mirada crítica y propositiva sobre los desafíos actuales.
«El triunfo fue gloria de hombres y mujeres valientes, pero sobre todo, de una idea luminosa que se plantó en el alma de la patria. Cuando las convicciones se multiplican, ningún poder puede doblegar a un pueblo que defiende sus valores», afirmó.
La dirigente denunció el impacto del bloqueo económico y llamó a transformar estructuras y mentalidades, con disciplina, control y creatividad. Subrayó que el programa de gobierno debe convertirse en hoja de ruta concreta para todos los organismos y empresas del territorio.
La jornada en Placetas no fue solo un homenaje al pasado, sino también una declaración de principios hacia el futuro. En medio de limitaciones objetivas y urgencias sociales, el acto provincial dejó claro que la voluntad colectiva, la articulación entre sectores y la fidelidad a los valores fundacionales siguen siendo las herramientas más sólidas para resistir, transformar y avanzar. Así lo demuestran los hechos. Así lo exige el tiempo que vivimos.
