Con la gran exposición Médula, Roberto Fabelo regresa al Museo Nacional de Bellas Artes desde un núcleo íntimo: la esencia misma del ser humano. La presencia del hueso como símbolo y estructura recorre la muestra con una fuerza que establece varios niveles de significación: es una invitación para pensar en la historia, las vulnerabilidades y los relatos que sostienen a las personas.
Inaugurada el 21 de noviembre en el Edificio de Arte Cubano confirma la vocación integradora del artista. Pinturas, dibujos e instalaciones ocupan distintos espacios del museo y construyen un itinerario que resume lo más destacado de su trabajo en la última década. Se propone una experiencia inmersiva y sugerente para el visitante.
Uno de los puntos más poderosos del recorrido es el ya emblemático bestiario de Fabelo. Sus criaturas, a medio camino entre lo real y lo fantástico, emergen aquí con nuevos matices para cuestionar la relación del ser humano con la naturaleza. La lectura curatorial de Jorge Fernández subraya esa idea de “colonización” del entorno, haciendo que la exhibición dialogue de manera crítica con nuestro tiempo.
Médula se confirma así como una propuesta madura y lúcida, en la que la identidad, la memoria y la imaginación se entrelazan con plena coherencia visual. Abierta al público hasta marzo de 2026, la exposición reafirma la vigencia de Fabelo como una de las voces imprescindibles del arte cubano contemporáneo y ofrece una oportunidad excepcional para redescubrir la profundidad de su obra.